Durante tres décadas, los propietarios de una comunidad de garajes de la vitoriana calle Andalucía -entre los números 40 a 62- han visto cómo el suelo bajo el cual se ubican sus plazas, y que es una calle de acceso público y libre, se va deteriorando sin que el Ayuntamiento vitoriano haga nada al respecto. La regulación de este espacio es confusa y hoy día se arrastra una situación que el Síndico, Martín Gartziandia, ha llamado a solucionar, aprovechando que Vitoria se encuentra en plena fase de remodelación de su Plan General de Ordenación Urbana.

La cuestión es que en estos espacios privados de uso público no queda claro a quién corresponde el mantenimiento, alumbrado o jardinería y reparación de la parte que usan todos los ciudadanos. "Hemos buceado en expedientes de los años 1979 y 1980, y creemos que el Ayuntamiento tiene que definir claramente cuál es el régimen aplicable a estos espacios. Preferiblemente debería acordar con los dueños a través de un convenio cuál va a ser ese régimen, y de cara al nuevo Plan General debería plantearse qué va a pasar con estos espacios, si va a seguir con este régimen o si se van a convertir en espacios de dominio público, uso público... Esto requiere que se trate en el nuevo PGOU", señalaba Gartziandia a este periódico.

Fue la denuncia de esa comunidad, que entendía que no debía correr con los gastos de los hundimientos detectados en la calle bajo la que se encuentran sus propiedades, lo que propició la intervención del defensor vecinal de la capital alavesa.

Los propietarios pidieron al Ayuntamiento que acometiera la reparación, pero el Consistorio afirmó que no era su responsabilidad e incluso les conminó a llevar a cabo los arreglos si no querían hacer frente a una multa económica. Entonces, el asunto se bloqueó. Había propietarios dispuestos a pagar y otros que no, y fue entonces cuando recurrieron al Síndico para que estableciera de forma clara a quién le toca pagar.

Como explica Gartziandia, la oficina del Síndico se puso a investigar sobre esta laguna legal y, aunque su apuesta principal pasa por regular este tipo de situaciones en el futuro PGOU, en lo relativo al caso concreto de la calle Andalucía echa mano del Plan Parcial de Aranbizkarra de 1980 y considera que corresponde al Ayuntamiento reparar los desperfectos causados por un deficiente mantenimiento en lo relativo a jardinería, alumbrado o limpieza. Eso sí, a los propietarios de los garajes les toca pagar los problemas causados por la propia construcción del aparcamiento. Así pues, las filtraciones de agua a las plazas de garaje, los problemas en el suelo de las rampas de acceso a los mismos, o la consolidación de la unión entre el muro de contención y la solera del parking son competencia de los vecinos, pero el Ayuntamiento gasteiztarra debe pagar la reparación de los hundimientos en el pavimento de la calle, junto a los sumideros, o las grietas que han aparecido en los parterres.