Pamplona. Aunque la tranquilidad vivida durante la primera mitad de los encierros hacía suponer que el balance final de heridos sería mejor que otros años, la angustiosa montonera originada en el encierro del día 13 ha disparado la cifra de evacuados a centros hospitalarios tras la carrera hasta 50, una veintena más que en el pasado año. Del total de los trasladados hasta el Complejo Hospitalario de Navarra, 19 precisaron ingreso hospitalario, de los que a lo largo del día de ayer sólo 8 permanecían hospitalizados. Hasta seis corredores han tenido que ser atendidos este año por haber recibido una o varias cornadas.

Los encierros de este 2013, por lo tanto, se han saldado con 50 heridos trasladados hasta el CHN, una cifra que casi duplica a la de 2012, cuando fueron atendidas en el complejo un total de 34. De este medio centenar, 6 resultaron heridos por asta de toro. El importante incremento se debe a que casi la mitad de las atenciones, hasta 23, se produjeron tras el encierro del día viernes 13, la mayoría de ellos como consecuencia del montón producido en el callejón de entrada a la Monumental pamplonesa.

Un total de 19 corredores han precisado ingreso hospitalario, el último de ellos tras el encierro de ayer que puso broche y final a las apasionantes carreras de este año. Hasta ayer permanecían ingresados en el CHN hasta 8 corredores: seis por asta y dos por traumatismo. La mitad, correspondientes al encierro del día 13 (dos por asta y dos por traumatismo), según informó ayer el director de Urgencias, Javier Sesma.

No obstante, el número de atendidos durante los ocho encierros ha sido mayor, ya que los efectivos de DYA y Cruz Roja han tratado en el propio recorrido a varios centenares de personas con contusiones y heridas menores. En concreto, Cruz Roja ha registrado 516 atenciones (seis menos que en 2012), destacando sobre todo las del pasado viernes, y ha efectuado 46 de los 50 traslados. Durante las sueltas de vaquillas, además, han sido atendidas 158 personas.

Éxito del dispositivo El recién nombrado director del Complejo Hospitalario de Navarra, Víctor Peralta, compareció ayer por primera vez desde que ocupa el cargo para señalar que el tapón del día 13 "era previsible, como lo demuestra el hecho de que semanas previas se había realizado una simulación sobre el abordaje sanitario de un taponamiento de corredores".

Peralta, no obstante, quiso destacar "el perfecto funcionamiento de todos los servicios sanitarios, lo que ha permitido que los heridos hayan sido atendidos de la forma más rápida y con los mejores medios posibles". El nuevo director del CHN, además, subrayó que el balance de los encierros es "afortunadamente positivo considerando el altísimo riesgo que supone este espectáculo", y más si se tiene el cuenta "la dificultad añadida de los dos fines de semana".