baños de ebro. Si el año pasado fueron los vecinos y algunos miembros de la corporación municipal de Laredo (Cantabria) los que recibieron la generosa hospitalidad de Baños de Ebro en la fiesta de los Calados Centenarios, éste han sido los niños bielorrusos que, en estas fechas veraniegas, disfrutan de la gente y el clima de Rioja Alavesa en domicilios particulares o en el albergue de Leza.
Organizado por el Ayuntamiento de Baños de Ebro y por ONG Izaki-Bioelorrusos Rioja Alavesa, esta localidad acogió ayer la III Jornada de Puertas Abiertas a los Calados Centenarios y el VII Encuentro Intercultural con los pequeños bielorrusos en una jornada que atrajo a una gran cantidad de visitantes, no solo de otras localidades de la comarca, sino también de La Rioja.
La mañana comenzó con unos talleres para los pequeños, que de esa forma pudieron disfrutar del frescor matutino, porque a pesar del riesgo de tormenta lo cierto es que ayer se alcanzaron temperaturas muy elevadas? en la calle, porque en el interior de los calados se disfrutaba de los riojas bien fríos y a una temperatura de lo más agradable.
En uno de estos calados, el joven Ibon Blanco atendía a los numerosísimos visitantes que descendían a las entrañas de Baños para conocer las salas y pasillos creados a lo largo del tiempo.
"Estas cuevas forman parte de la tradición que se ha tenido siempre aquí con la cultura del vino", comentaba Ibon, "y si el vino se conserva con temperaturas frías no hay otra mejor que la de los calados". Como tantas cosas que forman parte de la identidad de los pueblos con raíces "no hay datos de cuando se hicieron, sólo el recuento que se hizo en la época de la primera o segunda República española, y ya entonces estaban hechos los calados".
Una de las cosas que más llaman la atención de quienes descienden a conocer los calados son los pasillos que parecen comunicar las diferentes bodegas que hay en este lado de Baños de Ebro "y es que se cuenta que hubo una reunión vecinal en la antigüedad y se estableció que la bodega tenía que estar aparte de la vivienda. Y por eso mismo hay un río de separación entre lo que era la vivienda y la bodega. Más que nada para que todos los carbónicos que propagan la crianza del vino no afectasen al ser humano. ¡Vaya, que en la antigüedad también eran listos!", comentaba el joven.
Esa pasión y cariño con los que hablaba Ibon no son más que una manifestación de lo vinculados que se sienten los vecinos, y con ellos los jóvenes, con el lugar donde nacieron y donde saben que pueden construir su futuro porque "es una tierra, una comarca, Rioja Alavesa, donde tenemos una de las mejores materias primas, nuestras uvas, y con un poco de esmero se pueden hacer unos vinos muy buenos para competir con cualquier Denominación del mundo. Simplemente hay que poner empeño, ganas y sobre todo, tiempo. Y eso es lo que nos sobra a los jóvenes, el tiempo".
A punto de escapar para seguir mostrando los vericuetos de interior de las bodegas, comentaba que los visitantes que bajaban "al principio están muy contentos, entremedio se dan media vuelta y dicen que por dónde era la salida, con algo de miedo, pero cuando llevan un rato, les aclaras las dudas, les alegras la mañana con una copa de vino se quedan encantados. Eso es lo que queremos con este día; que la gente venga bien y se vaya feliz".
cata... y comida La mañana fue transcurriendo con el barrio de las bodegas llena de gente que disfrutaba hasta que a las dos de la tarde, y al amor de una generosa sombra, se realizó una cata comentada de los diferentes vinos de Baños de Ebro y a continuación, ya en el frontón municipal, una comida popular en la que estuvieron presentes los niños bielorrusos identificados con las camisetas rojas, aunque los y las que estaban en casas particulares se vestían como cualquier otro joven. La fiesta continuó ya por la tarde con menos gente en la localidad, ya que lo que se pretendía era dar calor a los pequeños llegados de la Europa oriental. Así que para ellos hubo un parque infantil en las piscinas, un paseo con los gaiteros de Logroño y una discoteca móvil en la plaza.