LONDRES. El informe "Jillings" -redactado en 1996, pero archivado por temor a que los afectados reclamaran indemnizaciones- indica que al menos 12 jóvenes murieron a causa de los abusos llevados a cabo por parte de trabajadores de los hospicios durante veinte años.

"Nuestra investigación nos ha llevado a concluir que los abusos a niños y jóvenes en el condado de Clwyd han sido numerosos a lo largo de muchos años y que murieron al menos 12 jóvenes", explica el documento.

Sin embargo, según la investigación, que ha sido finalmente publicada a petición de la cadena pública BBC al amparo de la ley de libertad de información, queda por confirmar cuántas personas fueron remitidas a la Fiscalía para ser procesadas.

Tampoco se ha concretado cuántos profesionales, incluidos policías, fueron nombrados como autores de los abusos en los testimonios de las víctimas.

El informe fue encargado a John Jillings, entonces director de servicios sociales en Inglaterra, por la autoridad local del condado de Clwyd, pero, cuando se vio que los abusos estaban extendidos, se archivó para evitar posibles demandas judiciales que hubieran conllevado altos costes.

Al menos cinco hombres fueron condenados por abusos a 20 niños y cinco niñas de entre 10 y 16 años, si bien el caso, en el que se sospecha que estuvieron involucrados policías, no llegó a investigarse en profundidad, señala el documento.

Tras la publicación del informe, la Policía del Norte de Gales y las autoridades municipales han emitido un comunicado en el que animan a las víctimas a ponerse en contacto y aseguran que "la seguridad de los niños es ahora una prioridad para los ayuntamientos galeses".

En la época en que se cometieron las agresiones, el condado de Clwyd ocupaba el puesto número 18, en una lista de 40, de las áreas con "mayores índices de abusos sexuales"