gasteiz. Sube la temperatura en torno al conflicto laboral en el que está inmerso el Ayuntamiento. Después de que representantes del comité de trabajadores municipal se encerraran en la sala Espacio Ciudad, se concentrara frente a la Casa Consistorial contra los recortes laborales al personal no funcionario de la casa, y amenazara, en el caso de los servicios sociales de base, con la huelga, ayer Maroto contraatacó con una advertencia.
Maroto no insinuó, más bien afirmó, que si los sindicatos no aceptan un reparto del trabajo para evitar la pérdida de empleo, fórmula que en la empresa privada suelen proponer incluso los propios trabajadores, es que están buscando que haya despidos. Es decir, no hay alternativa posible a su plan para adelgazar la masa salarial de los más de 3.500 trabajadores municipales. "En otras administraciones se despide a personas cuando no se puede sustentar un número de empleados como el que había antes; aquí se ha tomado una decisión distinta, consensuada. Esta situación es pionera, yo lo que haría en su caso es tratar de impulsar medidas adicionales para tratar de mejorar la fórmula que hemos descrito, y no creo que la huelga sea una manera de respuesta adecuada. La pregunta es muy clara, si los sindicatos no quieren repartir el trabajo, ¿lo que buscan son despidos? Es la consecuencia inmediata". Según el alcalde, "es imposible mantener una política de empleo municipal como la vivida hasta ahora, eso lo entiende todo el mundo en la calle, cualquier ciudadano, cualquier comerciante y cualquier empresario".
Mientras, los trabajadores de los servicios sociales de base denuncian que la situación de colapso que viven -se han duplicado las atenciones de todo 2012 en sólo medio año- se verán agravadas con los recortes.