BARCELONA. Saldrá de prisión tras cumplir su condena sin estar al cien por cien rehabilitado, aunque han bajado significativamente sus posibilidades de recaída tras someterse a este tratamiento que únicamente se ofrece en el centro penitenciario de Brians 1 de Sant Esteve Sesrovires (Barcelona).

Martínez Singul estaba en la cárcel cumpliendo condena por su última agresión sexual, en este caso a una menor de 12 años en octubre en una portería del barrio del Eixample de Barcelona, donde solía actuar, y que le valió su apodo.

Singul ha pasado por la cárcel en dos ocasiones: la primera condenado por la Audiencia de Barcelona en 1992 por cinco delitos de violación, cinco delitos de agresión sexual, cuatro más en grado de tentativa y cuatro faltas de lesiones.

Tras salir en libertad en mayo de 2007, volvió a ingresar en un centro penitenciario por la agresión a la menor en octubre de 2009.

En los últimos meses Martínez Singul ha sido sometido a un tratamiento de castración química --que los expertos llaman tratamiento farmacológico coadyuvante-- para ayudarle a controlar su conducta, pero sigue teniendo riesgo de recaída.

Se trata de un tratamiento de carácter voluntario destinado a los internos con un alto riesgo de reincidencia en delitos como la pedofilia, el sadismo sexual, trastorno sádico de la personalidad, psicopatía y agresores sexuales en serie; la cárcel catalana homologada para este tratamiento es el centro penitenciario de Brians 1, que lo ofrece desde 2009.

Antes de la castración y durante diferentes momentos durante su estancia en la cárcel, el 'violador del Eixample' se sometió a la primera parte del programa dirigido a los encarcelados por delitos de violencia sexual de las cárceles catalanas conocido como programa de intervención para agresores sexuales (sac).

En este programa los presos por delito sexual trabajan en grupo de forma intensiva en diferentes módulos psicoeducativos y terapéuticos para potenciar su autocontrol, habilidades sociales, valores, empatía hacia la víctima y conciencia emocional, entre otros aspectos; en el caso de Singul después también siguió un plan individualizado.

ESTUDIO SOBRE REINCIDENCIA

Un estudio comparativo realizado en esta prisión sobre reincidencia concluyó que las recaídas en internos por delito sexual que habían participado en el programa --trabajo grupal y/o castración química-- era del 6,1%, mientras que en los que no habían participado era del 31,8%.

En cualquier caso, esta tasa de reincidencia en delitos sexuales es menor que la tasa de reincidencia delictiva general que estaría situada en un 40,3%, según cifras facilitadas por la Conselleria de Justicia.