VITORIA. El Ejecutivo vasco, en estrecha colaboración con los colegios profesionales de farmacéuticos de la CAV, lleva seis meses trabajando en la aplicación informática que se ha instalado en las farmacias y que permitirá calcular el porcentaje que se aplicará a los clientes y, claro está, los topes máximos fijados. Ese software, que ha obligado a muchas boticas a renovar sus ordenadores, teclados y datáfonos, permitirá consultar el tipo de aportación de cada persona, además de "controlar los límites máximos de esa aportación para evitar los reintegros de gastos", detallaban fuentes del Departamento.

El sistema informático, con un coste de 423.000 euros, hará posible la puesta en marcha del copago en Euskadi, que supondrá un ahorro estimado anual en medicinas de entre 16 y 20 millones. A diferencia de otras comunidades, el sistema permitirá a las más de ochocientas farmacias vascas conocer cuándo un pensionista ha llegado al tope que le corresponde pagar, para que a partir de entonces reciba las medicinas de manera gratuita.

Los establecimientos están conectados en red con el Servicio Vasco de Salud-Osakidetza para conocer el nivel laboral y de renta de cada ciudadano con una mera lectura de un código de barras que contiene esta información y que se incorporará a las tarjetas sanitarias o a las recetas. Así, desde hoy mismo, las recetas tendrán un código TSI de pago y las personas usuarias deberán abonar el porcentaje asociado, que dependerá de su situación sociolaboral y nivel de renta. De este modo, las rentas por debajo de los 18.000 euros anuales seguirán costeando, como hasta ahora, el 40% de los medicamentos adquiridos con receta oficial, y, desde esa cifra hasta los 100.000 euros, tendrán que costear el 50%. Quienes superen los 100.000 euros de renta anual tendrán que abonar el 60% del precio del medicamento, insistían desde el Departamento.

En el caso de las personas pensionistas, con carácter general, pagarán el 10% del precio del fármaco, con un tope mensual por persona establecido en función de su renta. Quienes ingresen menos de 18.000 euros pagarán un máximo de 8,14 euros al mes por persona. Si la pensión oscila entre 18.000 y 100.000 euros, un tope de 18,32 euros al mes; y en el caso de rentas por encima de 100.000 euros, el tope se establece en 61,08 euros por personas y mes.

Así, y gracias a ese programa informático será posible conocer al instante si una persona ha llegado a su tope máximo, lo que supondrá que no tendrán que seguir pagando por sus medicinas, a diferencia con lo que ocurre en otras comunidades donde tienen que seguir pagando y luego, esperar a su reembolso en un plazo aproximado de seis meses. Eso sí, tanto los farmacéuticos como los responsables del Gobierno Vasco apelaban a la paciencia y comprensión de los ciudadanos ante la implantación de esta reformulada tasa.

Desde los Colegios Oficiales de Farmacéuticos, aunque confían en que en unas semanas toda la actividad esté completamente rutinizada, rogaban a los ciudadanos "comprensión". Subrayaban que "el sistema está preparado para trabajar con agilidad, pero es previsible que en los primeros días haya algo de lentitud en el procedimiento. Es inevitable. Sucede en todos los ámbitos. Los primeros días de un cambio se va más lento porque no se está acostumbrado", concluían.