LA Ertzaintza ha puesto a disposición de los jueces a un total de cien personas en el conjunto de la Comunidad Autónoma Vasca durante el último año por su implicación en sustracciones de cable y cobre. No obstante, el número de hurtos y robos de este tipo se mantiene estable en los últimos años con una media mensual de 30 casos.

Según el Departamento de Seguridad, la Ertzaintza puso durante 2012 a disposición judicial, entre detenidos e imputados, a un total de cien personas por participar en sustracciones de material de cobre y cableado cometidas en diferentes municipios de Euskadi: 54 arrestos tuvieron lugar en Bizkaia, 37 en Gipuzkoa y 9 en Álava.

Este tipo de actos delictivos engloba desde pequeños hurtos de bajantes y canalones de cobre ubicados en inmuebles particulares, hasta los robos practicados en empresas dedicadas a la producción o utilización de este metal como materia prima, servicios públicos de alumbrado y telefonía, e incluso el cableado instalado en las vías férreas, caso del tranvía en Gasteiz.

El pasado año se registraron aproximadamente unos 375 casos de sustracciones en la comunidad, entre denuncias presentadas y atestados policiales tramitados. Dichas cifras reflejan una estabilidad en los últimos años oscilando en una media de una treintena mensualmente. La demanda y la evolución en ascenso desde hace varios años del precio alcanzado por ciertos materiales metálicos, entre ellos el cobre, inciden en el mantenimiento de esta modalidad de delitos contra la propiedad, según los datos recopilados por la Ertzaintza. Aun y todo, la autoría de los mismos ha quedado prácticamente relegada a "pequeños clanes familiares reincidentes o grupos con cierta estructura organizativa procedentes del Este de Europa, caracterizados por su movilidad geográfica y ausencia de residencia estable". En menor medida se han registrado algunos casos protagonizados por delincuentes actuando en solitario o grupos de dos personas. Por el contrario, los investigadores de la Policía vasca consideran que no existen mafias específicas, entendidas como agrupaciones delictivas que controlen todo el proceso, desde el robo hasta su venta, incluido el traslado del material y su fundición. Para tratar de paliar estos hurtos y robos, la Ertzaintza establece continuos controles preventivos y vigilancias sobre lugares susceptibles para los delincuentes cómo polígonos industriales, empresas, tendidos de electricidad, telefonía, alumbrado... Además, se llevan a cabo indagaciones sobre sospechosos y establecimientos dedicados al reciclaje y la chatarra, potenciales compradores y receptores de dicho material.

El pasado 20 de junio, la Ertzaintza detuvo en Vitoria a tres varones que se encontraban sustrayendo material de cobre en una arqueta del centro de la capital alavesa. Estas personas se habían desplazado al lugar en un vehículo rotulado con el nombre de una compañía telefónica y presentaban acreditaciones y ropa de trabajo de la citada empresa. Destacar el hecho de que una de estas personas ya había sido arrestada el pasado mes de abril en la localidad vizcaína de Basauri utilizando idéntico modus operandi. En algunas de las sustracciones consumadas se observa que los perjuicios económicos causados para lograr el objetivo son superiores al botín.

También se producen casos contra bienes de utilidad pública, entre ellos conducciones eléctricas o líneas férreas, que pueden ocasionar interrupciones de los servicios. En relación a esto último, cabe destacar un arresto en junio del pasado año en Barakaldo, tras un aviso de una posible avería por corte del suministro eléctrico en la estación de Lutxana.

En Álava, dos personas fueron detenidas el pasado mes de noviembre con 300 kilos de cable de cobre cargado en una furgoneta, que había sido sustraído de una empresa ubicada en el término de Iruña Oka. En Gipuzkoa, a principios de marzo de 2012, dos varones fueron acusados de sustraer 50 kilos de cable pertenecientes al tendido eléctrico de las torres de iluminación del campo de rugby de la localidad de Hernani.