vitoria. A día de hoy es prácticamente la única obra de la que nada se sabe; ayer, el alcalde tampoco quiso hablar del centro cívico de Zabalgana, pese a que el gobierno insiste en que los arquitectos municipales ya han concluido su diseño. Lista pues la redacción del proyecto, al Ayuntamiento le falta por concretar cómo se va a pagar. Junto al de Salburua -ya en marcha-, este equipamiento está llamado a ser el último de la red gasteiztarra. De momento sólo es una larga reivindicación de los vecinos del oeste de la ciudad que durante meses han escuchado de sus mandatarios cómo su construcción se retrasa una y otra vez. Demoras que se han producido mientras otros proyectos del barrio, poco a poco, salen adelante, como la construcción de la escuela infantil de Mariturri, una obra que arrancará la última semana de este mes; la pasarela que conectará el barrio con Borinbizkarra, para la que ya están todos los permisos listos; o la limpieza de algunos solares vacíos. También la edificación del centro de salud del barrio -competencia del Gobierno Vasco-, terminado ya pero sin médicos ni pacientes. Y aunque en más de una ocasión el alcalde ha insistido en que no es momento para muchas obras, dada la pobre situación de las arcas municipales, también de su boca ha salido el compromiso de cumplir todas sus promesas en los dos años de mandato que le restan: el centro cívico de Zabalgana fue una de ellas.
Lo cierto es que tampoco el alcalde dedicó ayer demasiados minutos a hablar sobre obras en la ciudad, pero no pasó por alto que es en su legislatura cuando se ha iniciado la construcción de la estación de autobuses de Euskaltzaindia, la reforma de la Avenida de Gasteiz y del Palacio Europa bajo criterios medioambientales; el centro cívico de Salburua, cuyas obras están al caer; o el cierre del Anillo Verde del que tanto se enorgullece la ciudad, ya en marcha. Mención breve también al Casco Viejo para vanagloriarse de que las actuaciones previstas en el barrio siguen adelante, sin más concreción.
Y eso fue todo -en lo que a urbanismo se refiere- en un discurso en el que el regidor gasteiztarra tampoco quiso aclarar qué obras de qué barrios ni de qué pueblos arrancarán durante los dos próximos ejercicios, sabedor de que inversiones de estas características -no hace demasiados años en la agenda de prioridades de los alcaldes- tienen hoy difícil financiación debido a los recortes económicos introducidos en un ayuntamiento, el de Vitoria, que dice tener 70 millones de euros menos.