Hay mañanas en que decenas de viajeros que esperan al bus Vitoria-Bilbao en la parada del parque de Arriaga han de esperar al siguiente. Para cuando el vehículo llega a este punto suelen quedar muy pocas plazas libres y los ciudadanos con ticket ocasional tienen prioridad sobre aquellos usuarios con bono mensual, de 40 recorridos o anual. DNA reveló recientemente el enfado de los afectados que entre las 7.00 y 8.00 horas suelen quedarse en tierra. Y el eco de la noticia llegó hasta La Unión. La compañía afirma que "hay forma" de evitar que los pasajeros con estas txartelas se queden en tierra, aunque entona el mea culpa por no haber sabido hacer llegar la información hasta ahora. Otra cuestión es que la solución dada por la empresa convenza a los usuarios.

La Unión aclara que los viajeros que dispongan de txartelas mensuales y anuales pueden reservar "hasta siete días antes varios viajes en el día y hora que quieran". Para los que tienen bono de cuarenta días, el plazo es de hasta un mes. La operación no conlleva coste adicional pero, eso sí, ha de llevarse a cabo de forma presencial, en las taquillas de la compañía en la estación de Los Herrán. "De acuerdo a la concesión del servicio, se establecen un número mínimo de expediciones. No obstante, si el pasajero hace uso de este sistema de reserva con antelación, podemos prever la demanda existente y establecer los refuerzos necesarios para responder a la demanda", aclaran desde la empresa de transportes.

Para que la información llegue a todos los usuarios afectados, La Unión va a llevar a cabo "de forma inminente" dos acciones. Por un lado, pondrá unos carteles grandes de vinilo en las dos taquillas donde se venden los billetes para recordar la posibilidad de reservar con antelación. Por otro, creará un DVD para su emisión en los autobuses durante los viajes, que incluirá entre otros avisos las aclaraciones precisas para que los viajeros con txartelas que deban llegar a una hora determinada a Bilbao no se queden en tierra. "Entendemos que había un desconocimiento sobre esta alternativa", apuntan desde la compañía, "y lo que queremos es que la política de reservas funcione bien para ofrecer el servicio de la manera más adecuada".

La empresa de transportes rechaza, por tanto, que estos incómodos episodios de espera y desesperación de los viajeros se hayan producido por una consciente falta de control. Algunos afectados habían llegado a acusar a la compañía de "hacer lo que le da la gana porque es la única que presta el servicio y por tanto no tiene competencia, nadie que le haga sombra". En su defensa, la empresa de autobuses alega que "del total de las expediciones que se realizan, entre el 14% y 18% son refuerzos".

Ayer, de vuelta a la marquesina de Arriaga, había viajeros que agradecían la información y otros que no terminaban de ver en la política de reservas una solución a su problema. "Si cojo el autobús en Lakua es porque no me viene bien ir hasta Los Herrán, pero si no quiero quedarme en tierra todas las semanas tengo que volver a las taquillas... No es muy lógico. No veo que la opción que da La Unión sea una solución", apuntaba Aitor. Eneko, un joven estudiante, advertía de que no todos los días hace uso del servicio a la misma hora, ya que "a veces surgen imprevistos o reuniones", por lo que no sabe cómo actuará a partir de ahora. Además, los dos se preguntaron si no sería más sencillo que el conductor de turno "diera aviso de que el bus se está llenando antes de llegar a Arriaga y sacar un refuerzo".

Las paradas internas Otra queja que sigue sin disiparse es la relativa al largo recorrido de los autobuses antes de tomar la autopista a Bilbao. Y eso que ya son cinco los años que La Unión lleva parando en el campus universitario, la Avenida y Lakua. Muchos usuarios han tachado desde entonces de "sinsentido" alargar el viaje hasta veinte minutos, pero la compañía insiste en que "no es un capricho" suyo que el servicio se ofrezca de esta manera. "La concesión la dio la Diputación, respondiendo a la demanda. Y la realidad es que más del 50% de los usos corresponde a las paradas dentro de la ciudad", explican desde la empresa. Los viajeros críticos con el trayecto interno por la ciudad se preguntan, sin embargo, cómo es que "en Bilbao no sucede lo mismo".