Vitoria. "Tenía intenciones de dedicarme a la cocina económica y al trabajo con chavales en dificultades en Logroño, pero lo cierto es que se me ha pedido colaboración con la Mesa del olivo y el aceite y esto supone para mí una forma de devolver lo mucho que me han dado los agricultores durante mis cuarenta años de trabajo, y una forma de aportar mis conocimientos a Álava". Así se expresaba ayer Fernando Martínez Bujanda en su último día de trabajo. Se ha jubilado, aunque no dejará de mantener actividad en algunos de los proyectos en los que más ilusión ha puesto.

Este funcionario del Departamento de Agricultura, homenajeado por todo el sector del aceite en Lapuebla de Labarca en 2012, comenzó a trabajar en Investigaciones Agrarias, donde permaneció tres años. Tras aprobar las oposiciones de ingreso en la Diputación Foral se le destinó a Laguardia, donde estuvo 24 años trabajando en la Casa del Vino, incluso como jefe de ese servicio durante cuatro meses, y luego se le trasladó a Vitoria. En la capital alavesa permaneció durante nueve años en Cooperación Internacional, valorando proyectos sobre la participación de Álava en diferentes escenarios internacionales, entre ellos Perú, el seguimiento de la cooperación de Álava tras el tsunami de Asia y en otros proyectos en Guinea y Angola. En ese último país, estaba en la ciudad de Malange, todavía en guerra, cuando ocurrió el atentado contra las Torres Gemelas.

Acababa de regresar cuando Ramón Rabanera le pidió "que cambiara el destino a Agricultura para desarrollar un proyecto de trabajo que buscara el lado humanístico de la agricultura: las mujeres rurales, la emigración, el temporerismo y finalmente el proyecto Oleum, trabajo que desempeñó durante seis años.

Ese proyecto Oleum, que compagina el trabajo en el campo con la integración social, "tuvo su origen hace muchos años, en la segunda mitad de los años 90, cuando Jesús Loza, que entonces era diputado, me propuso desarrollar un proyecto social agrícola. Pensamos, entonces, en una bodega para los chavales y hasta teníamos una mirada en Laguardia, pero no me dejaron que pasara a depender de Bienestar Social y el tema se enfrió".

Años más tarde, ya con el Gobierno del PSE, José Luis Anda y Dalmacio Martín hablaron con Estefanía Beltrán de Heredia "y un 15 de mayo, cuando UAGA estaba celebrando su día en Estíbaliz me propusieron volver con el proyecto social, pero les dije que con el vino no, porque ya estaba muy machacado y les propuse el tema de la recuperación de los olivos y a todos nos pareció bien".

Y en ese proyecto ha estado trabajando, primero con Estefanía Beltrán y después con Borja Monje "a quien aprecio mucho, y además conocí a su padre".

Fernando Martínez Bujanda se jubila pero continuará vinculado a Álava. En estos días se pondrá en marcha la constitución formal de la Mesa del olivo y el aceite, en la que se integra también el proyecto Oleum, y cuando se ha pensado en la persona que podría ser la cara visible, el presidente, todo el mundo ha coincidido en señalar a este hombre, respetado por su carisma y sus conocimientos, lo que ha hecho que cambiara los planes que tenía para después de su jubilación, centrados en el trabajo como voluntario. "Si finalmente me eligen me dedicaré a ello con todas mis fuerzas y avisaré de que retraso mis compromisos con las asociaciones de Logroño", señaló.

De momento ayer, en el restaurante Andere de Vitoria, se le ofreció una comida homenaje de despedida como funcionario, pero no como personaje clave para la puesta en marcha de muchos proyectos y respetado por todas las ideologías. No en vano, a la mesa estuvieron Estefanía Beltrán (PNV) y Borja Monje (PP), así como anteriores responsables del PSE junto a trabajadores y procuradores de todo el arco político.