vitoria. La respuesta vasca a la reforma educativa que el Gobierno español pretende aprobar vive hoy un punto de inflexión con la cumbre que reunirá a la consejera de Educación, Cristina Uriarte, con los principales agentes de la comunidad escolar. Este encuentro al máximo nivel entre el Gobierno Vasco y patronales, familias, directores de Secundaria y profesionales de la Formación Profesional quiere servir de foro para analizar la opinión del sector así como el escenario surgido después de que el Consejo de Ministros aprobara el proyecto de la ley Wert, que el PP defiende en solitario con la aquiescencia de la Iglesia, tras ver colmada su aspiración de convertir Religión en una asignatura más a efectos curriculares y académicos. En cierto sentido, la reunión de hoy responde al deseo de seguir avanzando hacia "un pacto educativo" expresado por el lehendakari Urkullu en Ibilaldia.
Una docena de agentes han confirmado su asistencia a la cumbre que comenzará a las 15.30 horas en Lakua: el Consejo Escolar de Euskadi, el Consejo vasco de FP, Ikastolen Elkartea, EIB, Kristau Eskolak, AICE, Ikasgiltza, BIHE, Ehige, Sarean, Ikaslan, Hetel y Ufepa. La mayoría de las asociaciones y patronales que se darán cita hoy en Gasteiz forman parte de la plataforma No a la Lomce, sí a nuestro sistema educativo, que el pasado febrero hizo público un manifiesto en contra de la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce).
Aquel documento fue un gesto de consenso y unidad de proporciones desconocidas dentro de una comunidad caracterizada por su gran diversidad de planteamientos e intereses. En él, la escuela vasca hacía una cerrada defensa de un sistema educativo propio -con el euskera como eje principal- y advertía de las "graves consecuencias" que podría generar la Lomce en la escuela vasca, cuya realidad es "significativamente mejor" que la del Estado en cuanto a tasas de abandono escolar, porcentaje de alumnado titulado en ESO, satisfacción de las empresas e inserción laboral de la FP, tasas de titulados superiores, etcétera... El propio ministro José Ignacio Wert reconocía hace unos días que el sistema vasco es un "modelo de éxito" que bien podría servir de ejemplo al resto de comunidades autónomas.
Y pese a este reconocimiento explícito del hecho diferencial de la escuela vasca, el Ministerio ha ignorado la oferta de diálogo y las líneas rojas del gobierno Urkullu, que vienen marcadas, entre otras cuestiones, por las competencias, el euskera, el respeto al sistema de FP vasco, el rechazo al sistema de evaluaciones o la segregación del alumnado en 3º de la ESO. La unilateralidad del Gobierno Rajoy ha quedado de manifiesto en la redacción definitiva de la Lomce, lo cual ha impulsado al Gobierno Vasco a dar un giro a su estrategia para minimizar los efectos de la ley. El domingo, la consejera de Educación declaró que pedirá "la retirada" de la ley Wert si, como todo indica, no se logra un consenso básico.
La mayoría de los grupos parlamentarios con representación en el Congreso ya han adelantado su intención de presentar una enmienda a la totalidad a la Lomce. Ayer le tocó el turno a Amaiur. Según la formación abertzale, la Lomce "es una ley que no responde para nada a nuestras necesidades y está fuera de nuestra realidad social y lingüística" y considera que es "totalmente uniformizadora" y no tiene en cuenta la realidad de Euskal Herria, sino que pretende "café para todos".