Samaniego. El Partido Popular ha tomado la decisión de caminar con el paso cambiado respecto a la continuidad de la central de Garoña, cuyo cierre definitivo se ha convertido en un anhelo para una mayoría de alaveses. Ayer, no quiso apoyar una moción en contra de la prórroga de un año concedida a la planta nuclear para que su gestora valore la conveniencia o no de solicitar la continuidad de la instalación atómica. Con esa postura, la formación conservadora impidió que la iniciativa legislativa se convirtiera en declaración institucional al no contar con la unanimidad de todos los grupos de las Juntas Generales. Éstas, ayer lejos de su sede gasteiztarra, celebraban el tradicional Pleno de Tierras Esparsas, el único que cada año abandona Vitoria para visitar, de manera itinerante, diversas localidades del territorio histórico.

El no popular empezó a gestarse el pasado jueves. Entonces, Bildu entregó en mano al presidente de la Cámara foral, Juan Antonio Zárate (PP), un documento con la intención de que se incorporara al orden del día del Pleno de Tierras Esparsas con la intención de lograr una declaración institucional contra la prórroga de Garoña. Como el reglamento indica que esa incorporación debe contar con visto bueno de los portavoces de los grupos, se citó a la Junta de Portavoces para someterlo a votación. PNV, Bildu, PSE-EE y EB apoyaron ayer la iniciativa. No así la portavoz popular.

Ramiro González, portavoz jeltzale, aclaró al término de los actos institucionales lo acontecido. "El Partido Popular ni siquiera ha querido entrar en el acuerdo. No nos ha pedido que cambiemos nada. Directamente ha votado que no". El portavoz peneuvista también explicó que "habíamos oído estos días unas declaraciones, tanto del alcalde Vitoria, Javier Maroto, como del diputado general, Javier de Andrés -ambos primeras espadas del PP-, que parecían contrarios a la continuidad de la central nuclear. Pero evidentemente su posicionamiento en el día de hoy nos deja bien claro que el PP quiere la continuidad de la central y apuesta por su continuidad. Se ha quedado solo en Álava como única fuerza política que, contra la voluntad casi unánime de los alaveses, pretende la continuidad de la central".

En cualquier caso, el texto aprobado será tratado en otro Pleno foral, pero ya no como declaración. Cuando toque, se volverá a presentar el mismo documento que ayer no concitó la unanimidad. Éste comienza afirmando que las Juntas Generales denuncian y reprueban "la irresponsable actitud del Gobierno central que, plegándose a las presiones e intereses de las empresas eléctricas propietarias de Garoña, ha accedido a tramitar una petición de prórroga por encima del procedimiento y de las orden de cierre definitivo de la misma".

Los firmantes creen "oscura" la maniobra del Gobierno, ya que "supone una ofensa a las reiteradas exigencias de la sociedad alavesa sobre Garoña, así como una falta de respeto a todas las instituciones alavesas que, durante décadas, han exigido su clausura". Por todo ello, desde las Juntas Generales se exige a la Diputación que repruebe de forma oficial las decisiones tendentes a la prorroga. El texto también comparte la preocupación expresada por diversos sectores y agentes sociales ante la posibilidad de que el Gobierno admita la prórroga para la central y denuncian el grave riesgo que ello puede suponer para el territorio y, en especial, para los pueblos más afectados por su cercanía a la instalación atómica.

Los firmantes volverán a pedir al Gobierno y a todas las administraciones implicadas que cumplan con la fecha del 6 de julio de 2013 y el cierre de la planta se convierta en definitivo e irreversible para poder así "iniciarse sin dilación el proceso de desmantelamiento, garantizando en todo momento la seguridad y la transparencia en el mismo". Asimismo plantea que las Juntas Generales, como máximo órgano de representación en Álava, se muestren dispuestas a liderar la respuesta, tanto institucional como social, frente al Gobierno central y sus maniobras para conceder una prórroga.

Pleno de tierras esparsas El tradicional Pleno del último domingo de mayo llevó este año a los junteros hasta Samaniego, en cuyo frontón se celebró el acto institucional. En la primera ronda de intervenciones actuó el juntero Roberto González Muro, en representación del PNV. Lo hizo para criticar el peligro que supone el mantenimiento de Garoña. También lo criticó Nerea Gálvez, de Ezker Batua y Cristina González, del PSE, que pidió el cierre de la central. Por su parte, Lorena López de Lacalle y los junteros de Bildu mostraron su disgusto con lo acontecido vistiendo camisetas con lemas en contra de la continuidad de la planta atómica. Por su parte, Ignacio Gil Orive, que actuó en nombre del PP, no hizo ni la más mínima mención a la planta.

En otro orden de cosas, los junteros aprobaron por unanimidad el apoyo de la declaración como Bien de Interés Cultural de la Unesco a los Paisajes del Viñedo de Rioja Alavesa y La Rioja. Asimismo se aprobó una declaración institucional de apoyo a los trabajadores de Radio Vitoria.