ozaeta. Los municipios de la Cuadrilla de Salvatierra implicados en la Agenda Local 21 pusieron en marcha hace un año la revisión de sus planes de acción. Cada uno los ha revisado de manera individual, pero de forma paralela con los demás, lo que permite compartir reflexiones para identificar las áreas de mejora a nivel comarcal. Y se hace al constatar que los anteriores planes, aprobados en 2005-2006, han quedado obsoletos, por lo que se prevé otros nuevos a los que se asignaría una vigencia de ocho ejercicios, hasta 2020. Barrundia publica, ahora, el diagnóstico que identifica los puntos fuertes y débiles del municipio. La Agenda Local 21 es un documento que desarrolla un plan estratégico municipal basado en la integración, con criterios sostenibles, de las políticas ambientales, económicas y sociales del municipio. Surge de la participación y toma de decisiones consensuadas entre los representantes políticos, técnicos municipales, agentes implicados y ciudadanos.
En materia medioambiental destacan como aspectos positivos, la reducción de residuos, la implantación de la estrategia de contratación y compra verde y, sobre todo, la producción de energía renovable, que alcanza el 113% de la consumida, cuando el objetivo de la UE para 2020 es del 20%. Entre los puntos débiles, hay que constatar la presencia de focos de vertido de residuos incontrolados, el riesgo de incendios forestales y la incidencia de las actividades agrícolas. El diagnóstico señala también la necesidad de continuar abordando la sensibilización ciudadana en sostenibilidad, sobre todo en lo relativo a consumo de agua, ahorro y eficiencia energética y reducción de residuos. Todo ello llevaría, entre otras cosas, a evaluar la viabilidad de dar continuidad al servicio de recogida de plásticos de ensilado, a contemplar la necesidad de implantar minidepuradoras en las fosas sépticas comunales.
En lo referente al agua, el informe destaca el desconocimiento del volumen de recursos hídricos disponible, así como que casi la mitad del consumo no se contabiliza, probablemente debido a que no existen iniciativas específicas para el ahorro de agua en la agricultura. Se hace constar también que la tarifa del agua no incentiva el ahorro. En cuanto a los residuos, no se realiza una recogida selectiva de la fracción orgánica, aunque cada vez está más extendido el compostaje doméstico. También se ve necesario realizar una auditoría energética de los equipamientos municipales y del alumbrado público.
Como es sabido, la existencia del embalse de Ganboa conlleva unos especiales efectos. Barrundia cuenta con zonas de particular interés ambiental, como los parques de Garaio y Mendixur, en consecuencia, el porcentaje de superficie de especial protección es del 2,4% y el de protección de aguas superficiales del 9,4%. Más problemas tiene la red fluvial, centrada en el río Barrundia, que forma parte del área de distribución del visón europeo, entre los que se cuentan el mal estado de conservación de las alisedas. La superficie forestal alcanza el 41,3% de la total del municipio. Se considera que el patrimonio arquitectónico y cultural es un elemento importante y bien conservado en el municipio.
Barrundia sigue siendo un municipio casi exclusivamente agrícola y ganadero, aunque la superficie del territorio dedicado a estas actividades ha disminuido en los últimos diez años del 41,2% al 35,6%. La proximidad de algunos concejos a Vitoria ha influido en la transformación de su carácter estrictamente rural hacia otro más urbano, lo que exige un esfuerzo en la definición de la vocación del municipio y en su compromiso entre su carácter rural y su dinamismo urbano. Entre los aspectos más negativos en materia territorial, el diagnóstico cita la falta de sensibilización ciudadana respecto a la movilidad, a pesar de los esfuerzos hechos en este sentido por el Ayuntamiento, lo cual puede ser debido a que los horarios de los autobuses no facilitan el uso del transporte público. Asimismo, el 10,4% de las viviendas familiares de Barrundia está desocupada, según datos de 2001, un porcentaje mayor al de Álava y la CAPV.
poder adquisitivo Barrundia está formado por 15 núcleos de población, con un total de 906 vecinos, de los cuales un 5,1% es extranjero. El poder adquisitivo es superior a la media de Álava, lo que se traduce en un bajo índice de pobreza y también de conflictividad social. Además, la programación cultural y deportiva es importante, en proporción al tamaño del municipio. La tasa de paro está en torno al 5%. Entre los puntos débiles, el informe reconoce la falta de cohesión debido al grado de dispersión del municipio, de oferta de viviendas, así como la percepción de inseguridad, sobre todo entre la población de más edad, aunque el índice de delitos es similar al resto de Álava. El potencial turístico es importante, aunque está pendiente de explotar. En lo negativo se enumera el alto índice de la movilidad laboral de la población, así como el riesgo de disminución de las explotaciones agropecuarias.
Se valora positivamente el compromiso del Ayuntamiento en el impulso de la participación ciudadana. También se constata, como amplia, dinámica y consolidada, la participación en los concejos. A pesar de ello, se ve necesario alentar el uso de la página web municipal. Se identifica la necesidad de reforzar la relación y comunicación entre los concejos y el Ayuntamiento, así como la formación de las personas gestoras de las juntas administrativas. En cuanto a la propia gestión de la Agenda Local 21 se ve conveniente implantar un mecanismo de participación ciudadana.