zuazo de kuartango. “Si el sector primario falla, falla todo lo demás” decía por los altavoces el popular Anemias animando la fiesta. Y desde luego en Kuartango no falló, porque tanto la organización como lo que se mostraba en la Feria del perretxiko y ganado de raza terreña llenaron la localidad de visitantes deseosos de conocer los tesoros de la zona.

Numerosos vehículos fueron ocupando todos los espacios para aparcar que se habían puesto a disposición de los visitantes, mientras los Miñones controlaban que el tráfico fuera fluido y sin retenciones. Además, como la feria se celebraba en la gigantesca U que forman las dos orillas del río comunicadas por la pasarela ?además del puente de la carretera? la canalización del público resultaba cómoda y tenía el aliciente del agradable paseo por esas riberas en un día sin lluvias.

Toda la primera parte de ese paseo estaba cuajada de puestos de perretxikos, con montañas de esas setas de primavera que aún así dejaban espacio para las setas de cardo, los hongos y hasta colmenillas y trufas. En cualquiera de ellos se escuchaban comentarios sobre las formas de cocinarlos o los mejores lugares para ir a buscarlos, mientras que las bolsas de mano delataban que las ventas iban bien.

A continuación, y entre esos puestos, se instalaron otros con quesos elaborados con leche de cabra o de vaca, embutidos de todo tipo, pastelería y bizcochos, lugares donde consumir un buen bocadillo con carnes adobadas o embutidos, y numerosos artesanos. Los había de piezas de madera, de boj o de olivo, una hilandera que mostraba su antiguo oficio con la rueca al tiempo que vendía piezas confeccionadas con lana, artesanos joyeros, elaboradoras de ungüentos y el lugar de venta de vales para poder consumir un pintxo de vaca terreña al precio de un euro, y donde se repartía DIARIONOTICIASDEÁLAVA, que colabora con este evento.

Adolfo Martínez de Santos, de Guillarte, mostraba en un puesto las excelencias de la carne de ganado de raza terreña. “Estos animales pasan el 80% de su vida con la madre, que los alimentan hasta los 8 o10 meses y sólo en el último periodo es cuando los metemos a cebar. Eso hace que la carne sea diferente. La raza también aporta una diferencia, porque la carne de los animales que están en libertad tiene otro color y otra textura. Además está el engrasamiento interior. No son animales que hagan masa muscular y luego una grasa de cobertura, sino que van infiltrando en la carne y eso hace que el animal en la época de bonanza de pastos vaya generando esas reservas y en la época de escasez va tirando de ellas. Esta es una característica que tienen estas razas antiguas”.

La terreña fue ganado de carga hasta la mecanización del campo y eso llevó a esas vacas a las puertas de la extinción. “Es una de las razas que por la poca rentabilidad en cuanto a su carne se fue relegando y quedando en las zonas más pobres. Ahora la crisis nos da la razón a los chalados que en su día apostábamos por estas razas y ya se está viendo el interés que despiertan porque pueden ser rentables”.

En todo caso, Adolfo Martínez tiene muy claro que “no es esa nuestra pretensión sacar la carne fuera. Yo creo que lo bueno sería que cada vez consumiéramos más el producto de cerca y nosotros no vamos a poner más ganado por tratar de llegar a no se qué mercado”.

De hecho una de ellas llevaba dorándose desde la noche anterior justo enfrente del puesto de Adolfo. Allí, el maestro asador Carlos Ibarrondo tenía una terreña para repartir entre la gente que había adquirido su boleto.

Moviéndose entre la gente para que todo el mundo estuviera bien atendido, la concejala de Cultura y organizadora, Itziar Amirola, iba de un puesto a otro interesándose por cada persona, mientras que el alcalde Iñaki Guillerna comenzaba a recibir a las autoridades.

señas de identidad “Esta feria no es sólo para atraer gente, sino que Kuartango sale a la calle y manifiesta un poco lo que es: un valle alavés, verde, con un esquema de conservación medioambiental, y en ello caben actividades de este tipo, que ponen en valor las cosas que hacemos; vacas, quesos y demás”. Esto no se hace para lograr grandes objetivos, sino tan sólo para “tratar de lograr que siga siendo un valle verde, natural y cuidado”. El alcalde pretende además fijar población. “Últimamente llenamos un autobús para ir a la escuela, así que estamos contentos, porque estamos echando raíces en ese árbol de la vida que es el futuro de Kuartango”, afirmó.