madrid. El 15-M celebró ayer su segundo aniversario con protestas en una veintena de ciudades del Estado, en concreto en Barcelona, Bilbao, San Sebastián, Valencia, Sevilla, Palma de Mallorca, Valladolid, Zaragoza, Salamanca, Lérida, Gijón, Málaga, Almería, Albacete, Huesca, Jaén, León, Lugo, Ávila, Soria y Ponferrada.

En Bilbao fueron un millar de personas las que participaron ayer en la manifestación que recorrió el centro de Bilbao con motivo de este segundo aniversario. En la marcha, encabezada por una pancarta con el lema "Sus beneficios, nuestra miseria. Borroka orokorra" (lucha general), se corearon diversos lemas contra la Monarquía, el Gobierno, los partidos y la banca. "Lo llaman democracia y no lo es", "queremos un pisito como el del principito", "gobierne quien gobierne, el pueblo siempre pierde" fueron algunas de las consignas coreadas en la manifestación.

La marcha partió concretamente del Sagrado Corazón pasadas las 18.00 horas, y recorrió las principales calles de la capital vizcaína. Contó con la presencia de miembros de diferentes colectivos y movimientos sociales, entre ellos la plataforma antidesahucios.

La portavoz del Movimiento 15-M en Bizkaia, Bela Cob explicó a los periodistas que dos años después de que surgiera el movimiento de los indignados "la situación de las personas y de la sociedad ha ido a muchísimo peor, aunque siempre hay quien saca beneficios de todo esto". Bela Cob señaló además que la manifestación de ayer solo era "una más" de las múltiples actividades del movimientos ciudadanos y se congratuló de que desde 2011 "ha crecido de manera exponencial la lucha ciudadana y el activismo en la calle". La conmemoración del 15-M se trasladó a la jornada de ayer, 12 de mayo, por tratarse de un festivo al caer el día 15 en una jornada laborable.

en todo el estado Como no podía ser menos, Sol fue ayer también lugar de protestas. Varios miles de personas volvieron a concentrarse en la Puerta del Sol de Madrid, convocadas por el 15-M, en el segundo aniversario de este movimiento, para expresar su oposición a "las políticas de austeridad y los recortes" y reclamar una "mayor participación democrática". Este fue el acto central de la campaña de protestas y acciones titulada "Mayo global", que se ha desarrollado bajo el lema "De la indignación a la rebelión: escrache al sistema". En la capital tres columnas de manifestantes partieron desde Atocha, Colón y el Templo de Debod, sobre las cinco de la tarde, para confluir, bajo la supervisión de un fuerte dispositivo policial, en la céntrica Puerta del Sol, donde hace dos años nació este movimiento. Allí, sobre las 20.00 horas, los asistentes simbolizaron con un "grito mudo" su desacuerdo con la austeridad y los recortes que se aplican como salida de la crisis y en defensa de la sanidad y la educación pública.

Los indignados empapelaron con carteles la cúpula de cristal de la estación de metro y cercanías de Sol. Mientras tanto, la gente adquiría, a cambio de la voluntad, chapas de diversos colectivos sociales, como los antidesahucios o los de defensa de la sanidad y la educación, en un puesto de merchandising. Posteriormente, los asistentes participaron en asambleas de debate preparadas por los organizadores. Las marchas se desarrollaron sin incidentes, en un ambiente reivindicativo y festivo, con gritos y carteles que ya son un clásico en este tipo de manifestaciones, como el habitual "Que no, que no nos representan" o "El próximo parado que sea un diputado". También "Terrorismo es no llegar a fin de mes" o "No es un suicidio, es un asesinato".

De hecho, las proclamas de la Plataforma Antidesahucios estuvieron también muy presentes y pudieron verse pancartas alusivas: "No te quedes en casa, podrían quitártela". En su página web, Democracia Real Ya señala que "tras estos dos años de propuestas y peticiones, ha empezado una segunda fase, las acciones directas, el denominado 'escrache' al sistema, que contribuya a generar la necesaria voluntad política para atender las legítimas reivindicaciones ciudadanas".

En Barcelona la manifestación desembocó a última hora en la ocupación de un edificio de cuatro plantas en la calle Sant Pere Més Baix de Barcelona, en el casco viejo de la ciudad. Allí desplegaron una pancarta con el lema "edificio ocupado" y leyeron un manifiesto que recoge las principales reivindicaciones de los colectivos que participaron en la marcha.