madrid
¿Qué queda ahora del 15-M? El movimiento que despertó miles de conciencias se diluye, pero su fuerza se ha transformado en innumerables grupos de acción social, política y ciudadana. La marea blanca, la marea verde, los yayoflautas, las plataformas de afectados por la hipoteca o los afectados por las participaciones preferentes se han sumado a la protesta de los indignados dibujando, dos años después de la revuelta social del 15-M, el nuevo mapa de la desobediencia.
Aunque Beatriz Talegón, dirigente de las Juventudes Socialistas, sospeche que los indignados son una oscura maniobra de la derecha, lo cierto es que han sido el germen de los rebeldes modernos, hijos del descontento actual, que han pasado de la indignación a la rebelión.
Un montón de colectivos que auguran hoy un modelo distinto de entender el compromiso social y dejan obsoletas algunas formas de rebeldía tradicional como las manifestaciones o las huelgas. Porque ahora se popularizan nuevas fórmulas de desobediencia civil pacífica basadas en la imaginación. Hablamos de los flashmobs, las ocupaciones temporales de sedes bancarias y, lo más reciente, el fenómeno de los escraches. El investigador de la Universidad de Manchester con varios estudios sobre el 15-M, Adolfo Estalella, cree que este movimiento tiene algo que ver con estas formas de expresión política. De hecho, recuerda que trajo consigo algo muy novedoso, las asambleas en la calle.
Aunque el movimiento como tal se haya desinflado claramente, y pese a que los nuevos grupos surgidos bajo su paraguas, no se sientan cómodos con la etiqueta 15-M, el triunfo ya está logrado desde el momento en que ha conseguido crear una masa crítica. La socióloga Trinidad Bretones asegura que "aunque el ciudadano o el político puedan ver el movimiento 15-M como una isla, este ha creado una socialización y unos valores muy difíciles de destruir". Los estudiosos del espíritu mayista afirman que "sin otorgar al movimiento el monopolio de las reivindicaciones que abandera, lo cierto es que ha sido capaz de generar un debate público sobre la representatividad de las instituciones políticas, las leyes electorales, la dación en pago, la transparencia o el control de las retribuciones de las elites".
Los ideólogos del movimiento
Ni desarrapados ni perroflautas
Porque no eran solo desarrapados, ni perroflautas. Con ellos estaba José Luis Sampedro, el recientemente fallecido escritor comprometido, bautizado ya como ideólogo del movimiento; Teresa Forcades, la monja anticapitalista que emerge como principal líder de los indignados, o Stéphane Hessel, que con su best seller Indignez-vous! llamaba a los jóvenes a iniciar una insurrección pacífica. O el teólogo José Ignacio González Faus que agradecía la proclama de que "nuestra democracia es profundamente irreal".
En opinión de María Trinidad Bretones, profesora titular de Sociología en la Universidad de Barcelona (UB), el hecho de que el movimiento 15-M no haya tenido ninguna cabeza visible es uno de los puntos que contribuye al mantenimiento de este tipo de iniciativas "porque es muy difícil desmantelar algo que no tiene una identidad clara", subraya.
No en vano se trató de una corriente de indignación liderada por la plataforma Democracia Real Ya, que bajo el lema Toma la calle, movilizó el 15 de mayo del 2011, a través de las redes sociales e internet, a unas veinte mil personas y convocó manifestaciones en más de sesenta localidades españolas para expresar su malestar por la crisis, la falta de expectativas y una clase política por la que no se sentían representados. Veinticuatro meses después, en concreto el pasado jueves, Toque a Bankia fue la primera acción programada en el nuevo aniversario. "La acción ha surgido en un contexto de cierto agotamiento del movimiento, y las manifestaciones se quedan cortas, por eso hemos apostado por ampliar la acción con personas que no están habitualmente en la red", aseguraba una portavoz de Gila, uno de los colectivos organizadores junto a Adicae, ambos vinculados al movimiento quincemista.
En Euskadi, los actos también se multiplican y así hoy domingo se celebra una manifestación con el lema Vuestros beneficios, nuestra miseria. Borroka orokorra. Pasado mañana martes día 14 está convocada una acción sobre la factura hidráulica, el 15 otra sobre la deuda del Estado y el 16, una charla sobre desahucios y escraches. La cronología de los dos años de vida del movimiento comenzó cuando, tras las multitudinarias manifestaciones del domingo 15 de mayo de 2011, casi un centenar de miembros de Democracia Real Ya acamparon en la Puerta del Sol. El fenómeno se comparó con la primavera árabe y lo sucedido en la plaza Tahrir, en El Cairo y más tangencialmente, con el mayo francés.
Con respecto a la comparativa con mayo del 68, María Trinidad Bretones señala que son varios los aspectos heredados. "No se ha perdido esa manera de autoorganizarse de manera pacífica para reclamar derechos esperando que el orden social cambie". Pero si hay que hablar de antecedentes, la socióloga constata que existen otros más próximos. "Los de 2006 en Francia, cuando se protestó contra la aprobación del contrato único y el primer empleo, o las protestas de 2003 contra la guerra de Irak".
¿se meterán en política?
Al estilo Beppe Grillo
Pero con los objetivos sin canalizar, se baraja la idea de saltar al ruedo político y crear un frente amplio que represente a indignados y a partidos de izquierdas con el fin de presentarse a las elecciones, al estilo del Movimiento Cinco Estrellas (M5S) que lidera el cómico Beppe Grillo y que resultó ser el partido solitario más votado en los pasados comicios legislativos italianos. Un plan que está cobrando fuerza entre los colectivos ligados al movimiento 15-M, que hasta ahora se habían mostrado totalmente reacios a entrar en las instituciones. Según el abogado Ramón Hernández, estudiar esta posibilidad y debatir sobre su viabilidad es precisamente el objetivo del grupo de trabajo que él y otras personas ligadas al entorno del 15-M han creado bajo el nombre de Confluencia. De este grupo se ha publicado que es nada menos que el paraguas bajo el que se gesta una avanzadilla amplia de izquierdas en la que podrían figurar personalidades como Julio Anguita, Federico Mayor Zaragoza o Jorge Verstrynge. "El 99% de lo que se ha publicado es mentira", dice molesto el propio Ramón Hernández. Confluencia, donde participan personas activas desde los inicios en la acampada de Sol y también en la Coordinadora 25-S, ha propiciado reuniones con integrantes de plataformas que hoy ya están menos nutridas que hace un año, como Juventud Sin Futuro o Democracia Real Ya. Su futuro es, además, incierto ya que su presencia en internet es también limitada.