El Consejo de Ministros tenía previsto aprobar hoy una nueva ley de educación, la octava en 35 años de democracia, aunque los "flecos" que parece que quedan por limar podrían retrasar su visto bueno. El Gobierno quiere dejar atrás las alarmantes cifras de abandono escolar temprano, que rondan el 25%, y los malos resultados académicos. Sin embargo ni los docentes ni los padres y tampoco los alumnos creen que esta norma lo vaya a conseguir. Lo que sí traerá esta reforma es un alto coste de implantación que será de 408 millones de euros en costes directos a financiar por el Estado en tres años y hasta 927 millones que tendrán que pagar las autonomías.

Aunque parezca un precio alto, al Gobierno le sale a cuenta ya que pretende ahorrar aumentando el número de alumnos por clases y las horas de clases que deben impartir los profesores. Por contra, gana la educación privada que pasará a estar blindada gracias a que se elimina el artículo de la ley actual por el que no se subvenciona a los centros que discriminaban por razón de sexo y a que se incentivan los centros con proyectos educativos especializados.

1 Más control del Ministerio frente a las autonomías

Uno de los principales cambios es que el Ministerio toma más control en las materias y contenidos a pese a que la educación es una competencia de las autonomías. Ahora el Estado pasará a controlar el 65% de los horarios en las comunidades que haya una lengua cooficial y el 75% de las que no la tengan frente al 55% y 65% actual. También fijará los contenidos de las materias troncales (por ejemplo Lengua, Matemáticas, Biología y Geología, Geografía e Historia). Para las comunidades quedarán las asignaturas específicas (como Educación Física, Plástica, Música...). También pierden poder los centros escolares ya que ahora será el Ministerio el que diseñen estos contenidos mientras que los colegios sólo tendrán cierto grado para establecer directrices pedagógicas.

2 Adiós a Educación para la ciudadanía y más Religión

La ley consigue una de las máximas aspiraciones del PP que es suprimir la asignatura de Educación para la ciudadanía que creó la última reforma impulsada por el Gobierno de Zapatero. Por contra, la asignatura de Religión aumentará las horas lectivas hasta equipararla a la media del resto de las materias, lo que en la práctica puede suponer una hora semanal más de esta asignatura. La asignatura alternativa a Religión se llamará Valores Culturales y Sociales. Estas medidas se adoptan siguiendo las peticiones que hizo a Educación la Conferencia Episcopal.

3 El modelo lingüístico favorecerá el castellano

Uno de los cambios más importantes desmantela totalmente el modelo de inmersión lingüística, que llevaba 30 años en marcha en algunas comunidades con lengua cooficial, ya que se establece un mínimo de asignaturas en las dos lenguas oficiales. Además la lengua cooficial se considerará materia no troncal.

Uno de los cambios más polémicos es el hecho de que si un alumno pide estudiar en castellano, la comunidad deberá pagarle el colegio privado si no existen centros públicos en esa zona. Esta es la propuesta del Ministerio aunque ahora podría variar tras la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña que dice que si un niño pide más clases en castellano, sus compañeros tienen la obligación de recibirlas también en este idioma.

4 Centros privados podrán discriminar por sexo

La ley elimina la prohibición de subvencionar a los colegios privados que discriminan a sus alumnos por razón de sexo. Un hecho que va contra las sentencias de tribunales como el andaluz o el cántabro que permitieron eliminar el dinero público destinado a estos centros. A partir de ahora, los conciertos con centros privados se amplían a otras etapas postobligatorias, como el bachillerato.

Otra cosa que preocupa es un artículo que podría dejar la puerta abierta a la privatización de la educación. En concreto es el referente a la definición de "Sistema Educativo Español" que, a pesar de excluir a las familias, incluye a los agentes privados, a los que da una capacidad reguladora.

5 Directores profesionales designados por el Estado

A partir de ahora los directores de los centros serán elegidos por el Gobierno ya que deberán pasar por un proceso de formación y recibir una acreditación del Ministerio. Además su tarea pasará ser la de gestores de Recursos Humanos al tener la capacidad de contratar o vetar a profesores. De esta forma el Estado reduce el poder del Consejo escolar que, que antes elegía al director, perdiendo así su capacidad de decisión y pasando a ser un mero órgano dedicado a evaluar e informar.

6 Profesores sin oposición y con más alumnos por clase

Los directores puedan contratar directamente a docentes, por lo que las oposiciones no sean necesarias en materias específicas como el inglés, donde los directores podrían contratar a profesores nativos. Los docentes se enfrentarán a otro problema que es el aumento del ratio de alumnos por clase que se ampliará un 10%, lo que masificará las aulas.

7 Tres reválidas para poder obtener los títulos

La nueva ley elimina la Selectividad pero crea tres exámenes. El primero de ellos se producirá en 6º de Primaria y tendrá un valor meramente consultivo. La segunda llegará al final de la ESO (16 años) y contará un 30% para la nota media de la Secundaria. Será necesario aprobar para conseguir el título de enseñanza obligatoria, pero para pasar a Bachiller se realizará otro examen.

La segunda reválida llegará con 18 años al acabar el Bachiller. En este caso también será necesario aprobar para obtener el título y entrar en la Universidad, aunque estos centros realizarán sus propias pruebas para seleccionar a sus alumnos. Quienes no aprueben podrán acceder a un FP de grado superior.

8 Los centros competirán entre sí por ser los mejores

Otro de los objetivos que tienen estas pruebas es que los centros compitan entre ellos. Hasta ahora los rankings estaban prohibidos con el objetivo de proteger todo el sistema de educación y evitar que los centros compitieran entre sí. La creación de estas listas favorecerá a los colegios con buenos resultados pero hará que aquellos con peores notas salgan mal parados llegando a crearse guetos.

9 Las universidades harán sus pruebas de accesos

La competitividad también llegará a las Universidades ya que se suprime la prueba homogénea de acceso que era la Selectividad y se delega en las universidades elegir a sus alumnos. Esta selección se hará teniendo en cuenta la nota de Bachiller (un 60% como mínimo), las calificaciones en materias de bachillerato relacionadas con lo que quieren estudiar, la formación complementaria y si tienen estudios relacionados con la carrera que se quiere cursar (FP de grados superiores o estudios universitarios previos).

10 La FP se amplía con dos nuevos modelos

La formación profesional también sufre cambios. El primero es que aquellos alumnos que suspendan dos veces 2º de ESO pasarán a una FP básica donde aprenderán los rudimentos de un oficio y recibirán un certificado de profesionalidad del Ministerio de Trabajo al acabar. Si aprueban este ciclo, podrán pasar a un FP de grado medio o conseguir el título de enseñanza obligatoria si aprueban la misma reválida que harán los alumnos de la ESO. Se crea una FP dual donde el alumno recibe la mitad de la formación a través de prácticas dentro de empresas. Algo que ya ha suscitado críticas ya que algunos sectores denuncian que se podría convertirse en una forma de conseguir trabajadores a coste cero.