vitoria. El cielo de Salburua y Zabalgana ha quedado despejado de grúas tras el desplome de la construcción. El paisaje que hoy se ve nada tiene que ver con el de hace una década. Si en los años 2004, 2005, 2006 e incluso 2007 se edificaba a un ritmo de cuatro mil viviendas al año, ahora las empresas apenas tienen un par de cientos de pisos en marcha. Algunas construcciones se han pospuesto y otras paralizado, también porque el ambicioso plan de vivienda de Gasteiz, iniciado en la era de Alonso, toca ya a su fin. La mayoría de los bloques diseñados a principios de la década de los 2000 ya está ocupado y gran parte de los solares aún vacíos se reserva a equipamientos educativos, sanitarios, de servicios u ocio. No obstante, aún quedan flecos, viviendas por levantar en un horizonte de veinte años, eso sí, a un ritmo más pausado.

Las constructoras que a partir de ahora quieran edificar vivienda lo harán siguiendo el orden marcado desde las oficinas de la Plaza Nueva con un doble objetivo: no ocupar más suelo fuera de los límites actuales de la ciudad e ir rellenando los huecos vacíos para que ninguna urbanización quede aislada, como ha ocurrido en las zonas más alejadas de Salburua. La prioridad del Ayuntamiento es, por tanto, construir en Arkaiate y Larrein las cerca de mil viviendas previstas de aquí a cinco años: 155 libres, 462 tasadas y 364 VPO a ambos lados del paseo de la Ilíada. Es la primera fase de un calendario de actuaciones que contempla otras cuatro etapas más, a ejecutar en plazos sucesivos de cinco años. El denominado Programa de Actuación Urbanizadora (PAU) de Salburua y Zabalgana.

No obstante, dados los largos plazos de los que se habla, este documento será sólo la guía maestra a seguir, sujeta en cualquier caso a los cambios que marque el mercado, pero también el Ayuntamiento, según apuntó ayer el concejal de Urbanismo, Miguel Garnica. De hecho, sin empezar, ya se van a introducir las primeras modificaciones después de que el PNV instara ayer al gabinete de Maroto a adelantar las construcciones previstas en Arkaiate y Larrein porque, de lo contrario, "quedarán inconexos durante los próximos veinte años", denunció el portavoz jeltzale, Gorka Urtaran. Y es que, sobre el papel, esta fase no estaba prevista a corto plazo pese a que así lo habían acordado ambas formaciones. Otro tanto sucede con el apéndice de Larrein próximo al Alto de las Neveras donde los jeltzales han propuesto crear un parque forestal. La obra no estaba prevista hasta dentro de 30 o 35 años, un plazo que "pone en peligro" el proyecto jeltzale, razón por la que Urtaran solicitó también que se acometa antes. Garnica se mostró dispuesto a contentar a su socio presupuestario con estos cambios en la planificación.

recogida de basura Las siguiente fases hasta colmatar ambos barrios contemplan continuar en Salburua por el eje de la calle Nadine Gordimer hasta conectar con la rotonda de la avenida Bruselas, y en Zabalgana edificar en los solares vacíos de zonas ya consolidadas como Derechos Humanos con Oion y Reina Sofía con Labastida. Más adelante, en Salburua, está previsto continuar por la calle Arkaiabidea, además de edificar en alguna manzana cerrada de bulevar de Salburua. Y en Zabalgana seguir, de un lado, por la parte de Ali y, de otro, por las torres de la avenida de Naciones Unidas y la calle Leza, así como conectar Borinbizkarra con el resto de la ciudad. Más lejana -aunque planificada está- es la edificación de más bloques de pisos a ambos lados de bulevar de Mariturri.

Por otro lado, Garnica confirmó al grupo nacionalista que el sistema de recogida de basuras estará a pleno funcionamiento este mes en Arkaiate y en junio en Larrein.