MADRID. En conmenoración del 'Día de la Madre' --el primer domingo de mayo--, la organización ha presentado su XIV informe anual sobre los países en los que es mejor o peor convertirse en madre y sobre las diferencias entre recién nacidos en su primer día de vida, en función del lugar en el que hayan nacido.

De los 176 países que Save the Children recogen en su informe, España ocupa el séptimo lugar, tras seis países del norte de Europa. Los países nórdicos como Suecia, Noruega e Islandia se sitúan a la cabeza del ranking, tras Finlancia, y a la cola están Somalia, Sierra Leona y Malí. Los últimos diez países pertenecen todos ellos a la región subsahariana.

Somalia ostenta el mayor índice de muertes de neonatos en su primer día de vida mientras que en países como RDC, Malí y Sierra Leona la cifra se sitúa prácticamente al mismo nivel, no a demasiada distancia de Somalia. Las madres en estos cuatros países también corren un riesgo "muy elevado" de morir en ese día, ha asegurado la organización.

De acuerdo con el informe, las madres y los bebés en Africa subsahariana son los más vulnerables. A pesar de que las tasas de muerte de recién nacidos en los países desarrollados se han reducido desde 1990, el progreso ha sido "más lento" en esta región de Africa.

Asimismo, la ONG ha destacado que en el sur de Asia, el número de muertes de madres y de sus hijos alcanza una "cifra elevada". Save the Children ha estimado que, solamente en el sur de Asia, 423.000 niños mueren cada año el mismo día que nacen, "mucho más que en cualquier otra región".

De entre los países industrializados, Estados Unidos es el que tiene un índice de muertes menor. Sólo un uno por ciento de los recién nacidos fallecen en países desarrollados. No obstante, de acuerdo con el informe, las primeras 24 horas tras el alumbramiento se convierten en el "período de más riesgo independientemente del lugar en el que haya nacido".

"Cada año, 287.000 mujeres mueren durante el embarazo o el parto y 6,9 millones de niños mueren antes de alcanzar su quinto año de vida", ha declarado la presidenta de Save the Children en Estados Unidos, Carolin Miles. "Mientras que la mortalidad infantil ha disminuido en las últimas décadas, 19.000 madres todavía ven cómo sus hijos mueren en su primer día de vida", ha apostillado.

En 1999, "uno de cada cinco niños ruandeses morían antes de cumplir los cinco años de edad" y, en 2011, "el índice de mortalidad infantil en Ruanda ha disminuido hasta uno de cada 20", ha subrayado Melinda Gates, la vicepresidenta de la Fundación Bill y Melinda Gates que ha colaborado en la realización del documento.

"El nacimiento de un niño debería ser un momento de júbilo y admiración, pero para millones de madres y bebés en los países en vías de desarrollo es un baile con la muerte", según el documento de Save the Children.

RECOMENDACIONES

"Sabemos qué debemos hacer para frenar esta tendencia, porque entendemos mejor que nunca las causas de estas muertes y conocemos las soluciones", ha enfatizado Gates.

Save the Children ha recalcado a través de su comunicado que abordar las causas subyacentes de la mortalidad neonatal, en especial la desigualdad de género, sería necesario para ponerle freno a esta propensión. "Cuando las madres están fuertes y estables física, económica y socialmente sus hijos tienen más probabilidades de sobrevivir y prosperar", ha indicado la ONG.

Es necesario invertir en trabajadores sanitarios y en soluciones de bajo coste y tecnología, las cuales puedan ser utilizadas por los trabajadores para salvar vidas durante el embarazo, el parto e "inmediatamente después" del alumbramiento, ha destacado Save the Children.

El fortalecimiento de los sistemas de salud y de las demandas relacionadas con las barreras al acceso y utilización de los servicios sanitarios es otra de las recomendaciones de la organización.

Finalmente, de acuerdo con la ONG, incrementar el número de compromisos y la financiación para salvar las vidas tanto de las madres como de los recién nacidos, también puede contribuir a reducir las tasas de mortalidad infantil.