Bilbao. El proyecto de ley de medidas de flexibilización y fomento del mercado del alquiler que se debatirá en el pleno del Senado la próxima semana impedirá que los particulares alquilen viviendas o apartamentos con fines vacacionales amparados por la regulación general sobre arrendamientos y pondrá esta actividad bajo la jurisdicción de la normativa turística de cada comunidad autónoma. En el caso de Euskadi, donde los alquileres turísticos no han proliferado como en otras zonas, la dificultad estriba en diferenciar entre las viviendas que se alquilan para la temporada de verano y las de uso vacacional.
Según el proyecto de ley, que ya ha sido aprobado por el Congreso y está a punto de terminar su tramitación en el Senado, "la cesión temporal de uso de la totalidad de una vivienda amueblada y equipada en condiciones de uso inmediato, comercializada o promocionada canales de oferta turística y realizada con finalidad lucrativa" dejará de estar regulada por la Ley de Arrendamientos Urbanos para regirse por las normas sobre alojamientos turísticos de cada comunidad autónoma. Este cambio puede dificultar que muchos propietarios de viviendas rentabilicen su ubicación en zonas turísticas poniendo los inmuebles en alquiler por días, semanas o quincenas y ha sido interpretado como una cesión del Gobierno español a la presión del lobby hotelero. Y es que desde el punto de vista de los propietarios de hoteles, los alquileres turísticos ofertados por particulares suponen "intrusismo" y "competencia desleal" y restan un importante volumen de ingresos al sector.
Toda la temporada Desde el otro lado, los particulares que pueden obtener unos ingresos extra gracias al alquiler de una vivienda durante las temporadas vacacionales temen que la nueva regulación les impida o limite esta actividad. En el caso de Euskadi, cuyas zonas turísticas o de veraneo están muy delimitadas, la clave estará en definir qué se entiende como alquiler vacacional, ya que la mayoría de los inmuebles que se ofertan en zonas como Lekeitio o Bakio no están destinados exclusivamente a estancias cortas -días o semanas-, sino que, en principio, se alquilan para toda la temporada de verano o por meses, lo que ocurre es que debido a la crisis económica las estancias se están acortando.
En este sentido, desde la agencias inmobiliarias de las localidades de la costa vizcaína señalaron que prácticamente el 100% de la oferta es de particulares y que "se aprovecha la temporada de verano" porque no existe demanda de alquiler para todo el año. También apuntaron que en los últimos años han salido más viviendas al mercado del alquiler, pero "cada vez resulta más difícil alquilarlas porque el concepto de veraneo de temporada entera ya no existe y hay mucha gente que en vez de instalarse en la costa viene solo a pasar el día".
Hasta ahora la legislación permite los alquileres en verano -y otras temporadas turísticas como Semana Santa y Navidad- amparados en la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) y el Código Civil, pero el proyecto de ley para fomentar el mercado de alquiler quiere limitar esta actividad por los particulares. En la tramitación del proyecto en el Senado el Grupo Vasco ha presentado numerosas enmiendas, que fueron defendidas en comisión por Jokin Bildarratz, y dos de ellas planteaban directamente que los alojamientos privados para uso turístico no fueran excluidos de la LAU. En su argumentación de las enmiendas, Bildarratz señaló que excluir estos inmuebles de la nueva regulación de alquileres era "incongruente" con los objetivos que persigue la ley.
Para los expertos inmobiliarios, el cambio de regulación perjudicará a miles de propietarios particulares y beneficiará a las grandes empresas turísticas.