SEVILLA. En un auto dictado el 24 de abril, al que ha tenido acceso Europa Press, la Sección Séptima de la Audiencia Provincial prorroga también, aunque en este caso hasta el día 12 de junio de 2017, la prisión provisional y sin fianza de su cómplice, Manuel A.S., quien también ha recurrido ante el Tribunal Supremo la pena de 15 años y medio de cárcel y 6,5 millones de multa que le impuso este tribunal.

En relación al robo de la droga en Jefatura también fueron condenadas la mujer del expolicía, María Teresa M.S., a dos años y medio de cárcel y 300.000 euros de multa, y la pareja del cómplice, María Violeta S.G., que deberá cumplir seis años y medio de prisión y pagar una multa de 1,5 millones, aunque ninguna de ellas permanece en prisión por estos hechos en espera de que se resuelvan los recursos.

En una vista celebrada el 24 de abril, la Fiscalía solicitó prorrogar la prisión provisional tanto del exagente como de su cómplice --ambos privados de libertad desde el 12 de septiembre de 2009-- en tanto en cuanto el Supremo resuelve sus recursos de casación, mientras que los abogados de los condenados pidieron su puesta en libertad.

LA DURACION DE LA CONDENA

En el auto consultado por Europa Press, el tribunal recuerda que el artículo 504 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal establece que la prisión provisional se podrá prolongar hasta el límite de la mitad de la pena impuesta en sentencia cuando ésta hubiera sido recurrida, algo que sucede en este caso en base a los recursos de casación interpuestos por la defensa, aunque no así por la Fiscalía, que decidió no recurrir.

Así, la Sección Séptima acuerda prorrogar ocho años y seis meses la prisión provisional en el caso de Lars, y siete años y nueve meses en el caso de su cómplice, ya que "el riesgo de fuga y de sustraerse a la acción de la Justicia en caso de conceder la libertad provisional es evidente por la propia duración de la condena".

El abogado del exagente ya anunció a Europa Press que decidió recurrir la sentencia para solicitar la libre absolución de su patrocinado, ya que entiende que la Audiencia Provincial, en su fallo, "ha vulnerado el principio de presunción de inocencia".

En la sentencia, la Sección Séptima considera probado que el exagente y su socio planearon "a finales del año 2006" apoderarse de la "mayor" cantidad que "pudieran" de la droga almacenada en uno de los calabozos de la Jefatura y que procedía de distintas operaciones policiales, para lo que contaron con la facilidad de que Lars, por su pertenencia a la Udyco, tenía acceso al mismo "mediante el juego de llaves" que tenía "en exclusiva" el jefe de la Udyco, el cual "era entregado a funcionarios policiales que por razón de su trabajo necesitaban entrar" en dicho calabozo.

PAQUETES CON AZUCAR Y CACAO

Según el tribunal, el acusado "logró hacerse" con una copia de estas llaves, por lo que "podía entrar" en el calabozo donde se almacenaba la droga incautada, el cual "carecía de cualquiera otra medida de seguridad". Así, y una vez obtenida la copia, ambos acusados "acordaron" hacer paquetes parecidos a los que se depositaban allí, "encargándose principalmente" de este cometido Manuel A.S. "ayudado" por su pareja, quienes utilizaron para ello su vivienda de Alcalá del Río.

Una vez confeccionados los paquetes con azúcar, yeso y/o cacao "para simular que contenían" la droga, los acusados entregaron los mismos al exagente, a excepción de un paquete con forma de queso que Manuel entregó a Lars en la vivienda del primero en Tomares donde lo habían confeccionado ambos. En los paquetes 'falsos', se encontraron las huellas dactilares y el ADN de Manuel y de su pareja, así como tres huellas dactilares y cuatro ADN "anónimos", por lo que considera que en la elaboración de los mismos "han participado también terceras personas".

En total, los acusados sustrajeron 54 kilos de heroína y otros 84 de cocaína con un valor total de 2.743.400 euros, añade la Audiencia, que asevera que de los calabozos desapareció también una partida de 5,2 kilos de cocaína que habían sido intervenidos en tres cilindros de una máquina de amasar en el aeropuerto de Sevilla, aunque "no consta que en esta sustracción hubiera intervenido alguno de los procesados". "NOTABLE" INCREMENTO DE SUS PATRIMONIOS POR LA VENTA DE LA DROGA

La Audiencia dice que desde que comenzaron a robar la droga a finales de 2006 y hasta septiembre de 2009, cuando los procesados fueron detenidos, "se produjo un notable incremento" de sus patrimonios debido a las ganancias obtenidas por la venta de la droga a terceras personas no identificadas. Así, "y con el dinero procedente de la venta de la droga sustraída en Jefatura", Lars incrementó su patrimonio en 280.080 euros, adquiriendo un motovelero de 12 metros de eslora, un Mercedes o una motocicleta BMW.

De su lado, la esposa de Lars "colaboró" en ocultar su incremento patrimonial, pues a modo de ejemplo refiere que "consintió" que el Mercedes fuera puesto a su nombre "con conocimiento de que el dinero empleado para ello procedía de los beneficios obtenidos por la comisión de un delito.

En el caso de la otra pareja, el aumento de sus patrimonios lo cifra en 720.278 euros, adquiriendo un inmueble en Tomares, plazas de garaje o una motocicleta BMW. Cada pareja, además, hizo una inversión de 210.000 euros en metálico en ATC Consultores.