bruselas. La portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), Ada Colau, dijo ayer ante la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo (PE) que "el Gobierno ayuda a los bancos en vez de a las personas". Unas declaraciones que llegaron en mitad de una nueva polémica en torno a los escraches que ahora tiene como protagonista al presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Carlos Moliner afirmó que este tipo de protestas "si son pacíficas son totalmente legales" por lo que añadió que "no se pueden condenar". Por su parte la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, volvió a asegurar que se trata de "prácticas totalitarias y fascistas".

Mientras el debate sobre los escraches continuaba en España, Ada Colau participó ayer al Parlamento Europeo junto a un colectivo de afectados por las preferentes y el impago de hipotecas para presentar sus reivindicaciones. Allí afirmó que "tanto este gobierno del PP como el anterior ejecutivo del PSOE se han limitado a aprobar rescates para la banca, las mismas entidades que han estafado a gran parte de la población con las hipotecas y otros productos". La activista hizo esas declaraciones tras describirse como "la cara visible en España" de una lacra que afecta a 400.000 personas en el Estado.

"Nos parece destacable explicar aquí que en España, un país del llamado primer mundo, se vulneran sistemáticamente los derechos humanos", dijo la activista, en relación al número de personas que se ven desahuciadas y sin vivienda. Señaló también que "los ciudadanos accedieron a la vivienda porque así lo recomendaba el propio Estado" y cuando estalló la crisis inmobiliaria "la responsabilidad recayó no en las entidades financieras que vendieron esas hipotecas sino en las familias más vulnerables".

Colau también dijo a la comisión del PE que los ciudadanos son los que se han movilizado por los afectados de la hipoteca y que por ello han sido "criminalizados". "Está habiendo una gravísima criminalización, se nos llama nazis y terroristas y se nos ponen altísimas multas", aseguró ante la comisión europarlamentaria.

Además quiso denunciar el veto que el PP está realizando a su plataforma y a ella misma. De hecho acusó a los populares de vetarla en La 2 de TVE, cadena donde hoy iba a acudir a presentar su libro Sí se puede pero que, según dijo Colau, no podrá acudir porque el PP lo ha prohibido.

los 'escraches' Frente a las voces que se postulan en contra de esta técnica, ayer surgió un nuevo defensor del más alto nivel. Se trata del presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Gonzalo Moliner, quien afirmó que los escraches pacíficos son, en principio, un reflejo del derecho a la libertad de expresión y manifestación y añadió que no se pueden "condenar ni general de manera general" puesto que dependen de las circunstancias en que se desarrolle cada uno.

"La manifestación es un principio de derecho constitucional, pero si no se resalizan de acuerdo a las normas legales pueden ser sancionadas administrativamente o penalmente. Pero eso dependen de cada una y, por lo tanto, no se puede decir en definitiva que es lo que va a ocurrir con cada manifestación", respondió Moliner.

Un argumento totalmente contrario al que el PP esgrime y que ayer volvió a utilizar la secretaria general de los populares. María Dolores de Cospedal reiteró que participar en escraches contra figuras públicas le parece "una actitud totalitaria y fascista" y así lo repetirá "siempre". Unas declaraciones que realizó a pesar de que la asociación de antiguos deportados en los campos nazis le ha pedido que rectifique sus palabras.