Vitoria. En pleno siglo XXI, todavía siguen dándose ejemplos de discriminación por motivos raciales en una ciudad aparentemente tolerante con la inmigración como es Gasteiz. Así, al menos, lo denunció ayer el colectivo SOS Racismo Araba, que mañana presentará una demanda ante los Juzgados de la capital contra un pub ubicado en la céntrica calle San Prudencio por, supuestamente, denegar la entrada a dos jóvenes de origen senegalés por el mero hecho de ser extranjeros. Aunque el portero del local, según el relato realizado por la asociación y los dos afectados, les advirtió en un principio de que en el interior se estaba celebrando una fiesta privada y se necesitaba una invitación para acceder, finalmente éstos pudieron comprobar que al resto de clientes no se les imponía ningún tipo de condición previa para hacerlo.

Los hechos denunciados tuvieron lugar en la madrugada del pasado domingo 14, alrededor de las 4.00 horas, momento en el que Aliou y Mamadou, los dos protagonistas de esta desafortunada historia, se acercaron al citado establecimiento acompañados por una amiga, natural de Gasteiz. Lo que en un principio era una tranquila noche de copas para ellos pronto se tornó en indignación cuando intentaron entrar a este pub.

"El portero no nos deja entrar porque nos exige una invitación. Nos dice que es una fiesta privada y que si no tenemos invitaciones no entramos. Al mismo tiempo viene un paquistaní, al que tampoco le dejan entrar y se va. Entonces le decimos que lo mejor es que llame a la Policía", relató ayer Aliou, todavía afectado por el mal trago que tuvo que pasar acompañado por sus dos amigos. Nunca, en sus nueve años de residencia acumulada en la capital alavesa, este joven se había visto envuelto en una situación similar. Perfectamente integrado, Aliou se siente un vecino más de Gasteiz, independientemente del color de su piel. "Tenemos la obligación de denunciar estas actitudes, porque no es de recibo que a estas alturas estemos reivindicando el acceso a un lugar público en igualdad de condiciones para todos", denunció en declaraciones a este periódico el portavoz de SOS Racismo Araba, Fede García.

Siempre según el relato de esta asociación y de los propios afectados, Aliou y Mamadou esperaron alrededor de una hora en la puerta del local sin recibir ninguna explicación más y sin que tampoco llegara ningún agente de la Policía tal y como habían reclamado al portero. En un momento dado, y ante el revuelo generado, el responsable del pub también habría salido a escena reconociéndoles que no les permitía entrar "debido a su raza".

SOS Racismo, que va a denunciar los hechos en nombre de los afectados, considera que las instituciones públicas "deben abordar seriamente este problema" que, a su juicio, se produce con cierta frecuencia en los fines de semana vitorianos. Ahora, será la Justicia la que tenga la última palabra.