Gasteiz. La sangría es lenta y dolorosa, además de constante. Y los datos no hacen sino confirmar el delicado estado de salud del comercio alavés. Un informe de coyuntura del comercio minorista de Vitoria elaborado por el Departamento de Planificación Estratégica, y correspondiente al pasado año, pone nombre y apellidos a las consecuencias de la crisis. Sostiene este documento municipal que las ventas del sector descendieron un 3,6% y un 7,5%, respectivamente, en el tercer y el cuarto trimestre del pasado año respecto al ejercicio anterior, un desplome progresivo que coincide con el aumento en Álava del número de ERE (Expediente de Regulación de Empleo) presentados en las empresas y, sobre todo, "la falta de confianza en una mejora próxima de la situación económica". Ambas cuestiones, añade este informe, estarían aplazando las decisiones de compra de productos no básicos, una corriente de incertidumbre y miedo que en nada beneficia al repunte comercial. Más bien todo lo contrario: "La atonía del consumo de bienes se explica por la contracción del mercado de trabajo: crecimiento del desempleo y disminución del volumen de empleo", detalla el documento, que pone a continuación en valor el verdadero peso de este sector en la economía alavesa.

Según los datos de este estudio, 10.543 personas trabajan en este sector (el 7% de todo el empleo de la ciudad), que cuenta en la actualidad con 2.897 locales y 1.266 establecimientos de hostelería. El pasado año se produjeron 179 aperturas y 236 cierres, un saldo negativo que tal vez podría revertir la situación de la mano del turismo, uno de los indicadores positivos que "podrían activar la demanda", concluye el informe municipal.