Antes de operar, hay que diagnosticar. También si el paciente es un barrio que se enfrenta a un proyecto de revitalización integral. Para Zaramaga, el gabinete de Javier Maroto ha recurrido a un médico de fuera de casa, aunque con dilatada experiencia en el sector. Es la consultora guipuzcoana Elhuyar, que ha recogido en un documento de diez páginas las fortalezas y debilidades de esta zona de la ciudad, con la participación de sus vecinos y comerciantes. Un trabajo de diez folios por el que el Ayuntamiento de Vitoria ha pagado 14.347 euros y que pretende servir de base para definir las distintas acciones.
La lista de virtudes engloba puntos fuertes de sobra conocidos. Zaramaga es un barrio con identidad, con muchas infraestructuras, cercano al centro, óptimas conexiones, con gran oferta hostelera y comercial y una voluntad política y comercial para emprender el cambio. Tampoco sorprenden las debilidades detectadas, que superan con creces a las bondades. El documento destaca la falta de un punto urbano referencial, la carencia de infraestructuras básicas -plazas, aparcamientos o un centro cultural-, viejas viviendas con fuertes deficiencias que resultan poco atractivas para su venta, las muchas lonjas vacías, la escasa relación entre las asociaciones por motivos políticos y la poca identificación de sus vecinos con ellas, la gran cantidad de mayores y -matiz que no convence al PSE- "mucha población inmigrante que no hace vida en el barrio".
También advierte la consultoría de que los vecinos no terminan de creerse la apuesta del Ayuntamiento vitoriano por Zaramaga, dada la tremenda dimensión del proyecto y los anteriores planes frustrados. La gente duda de que el planteamiento sea realista, hay demasiados recelos, ya que muchas de las actuaciones están condicionadas a una fuerte inversión, como la rehabilitación de las casas o la mejora de las calles. No obstante, Zaramaga cuenta con una implicada escuela de diseño que está dispuesta a protagonizar la transformación artística de la zona, hay una necesidad "de que pasen cosas", una multiculturalidad que incita a la dinamización de las calles y un plan de empleo dirigido a la rehabilitación gracias al Gobierno Vasco.
La consultoría también ve como una oportunidad que Zaramaga esté en el plan Alhóndiga, aunque este es un fallo del estudio, como advirtió el PSE, ya que el equipo de gobierno no tiene intención de continuar el proyecto de revitalización comercial que inició en su legislatura Lazcoz. Los socialistas, por cierto, percibieron otro error en el diagnóstico, como el ratio de habitantes por metro cuadrado. Por suerte, se podrán corregir antes de operar.