mucha gente piensa que se trata de un trabajo remunerado, pero lo cierto es que es un grupo de voluntarios que dedica su tiempo libre a velar por el prójimo. Simple y llanamente, porque a todos los que lo forman les gusta y no cobran nada a cambio, más allá de la satisfacción que les produce el hecho de saber que han ayudado a alguien que lo necesitaba.
Nos referimos al grupo de Protección Civil de Amurrio. Un colectivo surgido en el año 1993 y que, a día de hoy, está integrado por diez personas -siete hombres y tres mujeres, muchos de ellos con cargas familiares- dirigidas desde 2007 por Gonzalo Cantera. "Yo entré como un voluntario más en el grupo en 1995, y llevo seis años de responsable. Me metí en esto, supongo que como el resto de mis compañeros, porque quería prestar ayuda a mi pueblo en casos de emergencia o seguridad ciudadana en actos festivos y deportivos, aunque cada vez estamos más sujetos al Gobierno Vasco. Y siempre dispuestos a echar un cable cuando nos avisa SOS Deiak para cualquier rescate o búsqueda de personas desaparecidas, sobre todo en montaña", explica, sin perder comba, Cantera.
Así es. Y es que a estos diez altruistas se les puede ver tanto en labores de apoyo a la Policía Local controlando la seguridad ciudadana en carreras ciclistas, marchas de montaña o actos festivos de grandes aglomeraciones, como acudiendo a rescatar a algún vecino que se ha quedado aislado por una nevada copiosa, tirando de manguera en un incendio en colaboración con los Bomberos de la zona, o en situaciones de grave riesgo colectivo o catástrofes tales como inundaciones.
Su infraestructura es escasa. "Sólo contamos con un Land Rover Defender y diverso material que hemos ido consiguiendo a lo largo de los años, pero voluntad y ganas de ayudar nos sobran", apunta Cantera, que aún recuerda con especial cariño la llamada que recibió un compañero del grupo de Protección Civil de Alonsotegi, en pleno desarrollo del desfile de carrozas de la noche de San Roke en Amurrio, solicitándoles apoyo en un incendio desatado en un caserío de la cercana localidad vizcaína de Belandia. "Vinieron a ayudarnos a nosotros, porque colaboramos muy estrechamente con los grupos de Alonsotegi, Balmaseda y Llodio, dado el gentío que se da cita en este tradicional acto de fiestas de Amurrio, pero nos distribuimos para ver qué pasaba en Belandia", explica el responsable del grupo amurrioarra. Cuando llegaron estaban ya los Bomberos, pero el propietario "estaba desesperado, porque se había quedado sin el fruto del trabajo de toda una vida, y no quisimos dejarle así". "Algunos volvimos a Amurrio a terminar el desfile de carrozas y a eso de las tres de la madrugada y, sin pensárnoslo, volvimos a ayudar a Belandia. Estuvimos más de trece horas trabajando hasta dejar a este hombre todo bien apagado, sin comer más que unos bocadillos que nos subieron unos compañeros, y sólo parando cuando nos quedábamos sin agua, hasta que nos traían más. Fue una experiencia que nos marcó, porque te sientes impotente de no poder hacer nada más", asegura.
La importancia de formarse No es la única anécdota que guardan estos voluntarios en la memoria. De hecho, realizan una media de treinta intervenciones al año, entre las que los rescates y búsqueda de personas desaparecidas en montaña se están convirtiendo, casi, en su especialidad. En este punto, la formación -sumada a la prevención, la planificación, la coordinación y la cooperación- se ha convertido en un elemento clave.
Para ello, el grupo de Protección Civil de Amurrio está tomando parte en diversas iniciativas de cara a la ampliación de sus conocimientos y experiencias con especialistas y profesionales en la materia. "Asistimos regularmente a cursos de formación y reciclaje del Gobierno Vasco en distintas materias como tráfico, salvamento en helicópteros, conducción 4X4 y rescates en incendios o inundaciones en la Escuela de Emergencias y Protección Civil en Arkaute, aunque también hemos acudido a talleres de psicología organizados desde Cruz Roja", enumera Cantera, para quien la protección civil es algo que afecta a toda la ciudadanía, por lo que "todos debemos implicarnos".
En este sentido, los diez animan a cualquier ciudadano mayor de dieciocho años a integrarse y participar en las actuaciones de Protección Civil. Para informarse al respecto se puede llamar al número 620 50 45 45. Se trata de su teléfono de avisos de emergencias activo las 24 horas durante todo el año, aunque la sede del grupo se encuentra en un piso de la calle Etxegoienbidea, junto al instituto Zaraobe de Amurrio. En cualquier caso, hacen hincapié en que "toda la población debe tener en cuenta una adecuada cultura preventiva de riesgos". Ellos ya lo están haciendo por amor al prójimo.