Vitoria. Azucarera ha decidido ayudar a los agricultores a paliar el retraso de las siembras a consecuencia de las persistentes lluvias con una ayuda de 275 euros por hectárea de remolacha que se siembre a partir de ya. La decisión se tomó hace unos días en Valladolid, en la Mesa Zonal de Seguimiento del Acuerdo Marco Interprofesional del Sector remolachero azucarero -que gestiona este cultivo en la zona geográfica en la que se enclava Álava-, donde se constató que como consecuencia del régimen de las lluvias continuas acaecidas en los últimos meses, apenas se ha podido sembrar, acumulándose un retraso importante respecto a las fechas habituales de siembra.
Azucarera manifestó que en años de retraso en el inicio del ciclo suele producirse también un retraso en el comienzo de la campaña de molturación en las fábricas, lo que reduce en la práctica el impacto del acortamiento del ciclo. Por otra parte, la abundante disponibilidad de agua para riego asegura, si hicieran falta, riegos en septiembre y en octubre, que no han sido posibles otros años y que reforzarán la producción. Además de estos factores, y de cara a ayudar al cultivador a paliar los efectos de las precipitaciones y su efecto en el retraso de las siembras, la compañía anunció a las organizaciones agrarias el establecimiento de una compensación extraordinaria consistente en la citada cuantía para las siembras que se realicen ya. Esta compensación, que tiene carácter excepcional, se abonará a los agricultores esta misma primavera, una vez que se compruebe la siembra efectiva, coincidiendo con la liquidación del incentivo de permanencia de la campaña anterior.
Con la medida, la empresa proporciona a los agricultores unos ingresos con los que hacer frente a las primeras inversiones del cultivo, da consistencia al compromiso de una mayor integración con los remolacheros y refuerza los atributos de estabilidad y seguridad del cultivo de remolacha. Todo ello en un momento crucial para el desarrollo de la estrategia de futuro del sector remolachero azucarero.
En otro orden de cosas, tal como apunta la Agencia Efe, la superficie de terreno destinada a vides creció en el País Vasco un 12,95% desde 2005 hasta 2012, al pasar de 11.839 a 13.373 hectáreas. Tal circunstancia convierte a la comunidad autónoma en la segunda región del Estado donde más ha aumentado este cultivo.
Al término de 2012, España contaba con 954.020 hectáreas de viñedo, un 1,69 % menos que en 2011 y un 15,4 % inferior a 2005 y, desde ese año hasta ahora, Castilla-La Mancha ha perdido 99.378 hectáreas, mientras que en Murcia y en Andalucía, la extensión se recortó en más de 12.000 hectáreas en cada caso.
Así lo recoge la última encuesta sobre superficies que publicó ayer el Ministerio de Agricultura, que apunta además que desde el 2006 las plantaciones abandonadas han aumentado un 45 %.