"Me preocuparía que, en vez de ayudarnos, las tecnologías se conviertan en un elemento más que marque diferencias sociales", dice Javier Bahón, para quien sería un error criticarlas sin conocimiento. "Eso diría bastante del miedo o la pereza que nos supone enfrentarnos a mundos nuevos", apunta.

¿Un niño que no sepa utilizar una tableta es un 'analfabeto' digital?

No creo que los niños sin tablet estén privados de algo vital. Su forma de aprendizaje es muy activa, visual, basada en muchos estímulos simultáneos? Se incorporen en el momento que se incorporen al mundo tecnológico, les irá bien.

¿Qué beneficios pueden reportar desde el punto de vista educativo?

El sacarles un provecho educativo o no dependerá de los adultos que estemos en el entorno. Las nuevas tecnologías son una herramienta educativa en potencia, como lo son de ocio, de información o incluso pueden servir para hacer ciberbullying. Volvemos a la importancia de qué valores enseñamos, para intentar que el uso que se haga sea el más positivo posible. Educativamente, desde luego, tienen sus posibilidades. Estimulan, trabajan funciones ejecutivas como el aprender a prestar atención y la concentración, se puede trabajar en equipo on line, nos proporcionan información abundante, nos permiten organizar esa información gráficamente y un largo etcétera.

¿Jugar a Mario Bross en su justa medida es igual de bueno para el desarrollo de un niño que jugar al balón, al escondite o al parchís?

En la variedad está el acierto. Cada juego aporta algo. Jugar al balón se lleva haciendo mucho tiempo. Eso no lo convierte en algo bueno por sí mismo. De hecho, el fútbol genera también mucha violencia. Un juego de tablet no te proporciona coordinación motriz como el fútbol, pero tampoco el fútbol se puede ajustar al nivel de cada jugador como el Mario Bross.

El iPad te cuenta el cuento sin necesidad de leer, colorea un dibujo con solo tocar la pantalla... ¿Las tabletas fomentan la pasividad?

Todo es útil y positivo si lo usamos bien y no dejamos que invada totalmente parcelas humanas fundamentales, como la imaginación, el contacto con los demás, la relajación no haciendo nada, la observación de un paisaje, disfrutar de una comida, desarrollarte en un club de tiempo libre o una ONG, hacer unas bajadas en una pista de esquí y tantas acciones que nos hacen disfrutar. Todo en dosis adecuadas.