Vitoria. Según cómo se interprete, la futura ordenanza de protección y tenencia de animales será más restrictiva o más flexible que la actual respecto a la manera de llevar a los perros por la ciudad. Los dueños sólo ven limitaciones, porque aunque la actual normativa exige que las mascotas siempre vayan atadas la realidad es que el Ayuntamiento vitoriano permite que paseen sueltos mientras no sean peligrosos, se alejen de las zonas infantiles y no creen situaciones de peligro. Por contra, el Gabinete de Javier Maroto se aferra al reglamento en sí para defender que los propietarios van a estar por fin amparados legalmente para poder soltar a sus compañeros de cuatro patas, aunque sólo sea en determinadas zonas y con horario nocturno.

"Muchas personas desconocían el sentido literal de la actual ordenanza, que impide los perros sueltos en toda la ciudad. Y la nueva flexibiliza esta situación con respeto a los animales, el reconocimiento de la conducta cívica de la mayoría de dueños y medidas para que no se generen problemas de inseguridad, especialmente con los colectivos más vulnerables, como son los niños, al prohibirse y sancionarse el acceso a parques de juegos", subraya el alcalde, a quien no parecen afectarle demasiado las críticas que han revuelto ya las redes sociales. Según dice, "una nueva normativa siempre crea adeptos y escépticos, en función de la situación personal de cada uno".

El primer edil recuerda, además, que la nueva ordenanza ha sido confeccionada de forma conjunta entre los técnicos municipales, todos los grupos políticos y el movimiento asociativo. Claro que, en lo que se refiere a las zonas de esparcimiento para los perros, no cuenta con el apoyo de todos los participantes. El PSE aseguró que aprovechará el periodo de alegaciones ya abierto para tratar de introducir algunas modificaciones en este punto, aunque no concretó más, mientras que Bildu considera que la decisión tomada perjudicará a los animales y creará conflictos. A juicio de los abertzales, habría sido preferible acotar determinados espacios de la ciudad operativos todo el día donde soltar a las mascotas.

Esta posibilidad ya se da en otras ciudades, pero el PP y PNV creen que esos espacios pueden acabar convirtiéndose en estercoleros. Además, opinan que la ordenanza debe "priorizar a las personas" y su libertad para circular sin verse alterados por la presencia de perros. Por eso, aunque el equipo de gobierno se mostró abierto a posibles cambios, todo indica que la medida ya anunciada será a partir del 31 de mayo la definitiva.