Laguardia. El Gobierno Vasco otorgó ayer al paisaje del Valle Salado de Añana la calificación de conjunto monumental, un paso previo para su posible declaración como Patrimonio Mundial de la Unesco. El portavoz del Gobierno Vasco, Josu Erkoreka, explicó que para lograr este título era requisito indispensable que el valle obtuviera primero esta consideración de conjunto monumental. En este sentido, Lakua ha asignado al paisaje el epígrafe de Bien Cultural calificado con la categoría de Conjunto Monumental.

Dentro del área protegida se incluyen, además de la propia explotación salinera, zonas de interés arqueológico y paleontológico, inmuebles de interés arquitectónico distribuidos en el casco urbano, así como elementos del paisaje que los rodea. En cualquier caso, la delimitación aprobada tiene como objeto preservar los valores históricos, artísticos, urbanísticos, etnográficos, científicos y sociales del Valle Salado.

Salinas de Añana es una de las candidatas a ser declarada Patrimonio de la Unesco en 2014, junto con las Fallas valencianas, la catedral de Jaén y los Caballos del Vino de Caravaca de la Cruz en Murcia. Las salinas alavesas ya fueron declaradas monumento histórico artístico en 1984 y 1996. Aparte, la zona arqueológica del casco histórico de Salinas de Añana se inscribió como bien cultural, con la categoría de conjunto monumental, en el inventario general del Patrimonio Cultural Vasco.

La Unesco acaba de incluir el paisaje cultural del viñedo de Rioja y al Valle Salado en la lista de bienes culturales candidatos a convertirse en Patrimonio de la Humanidad.

La inclusión de estas candidaturas en la lista indicativa de la Unesco es un paso muy importante para lograr la declaración de Patrimonio de la Humanidad, lo que supondría mejoras en la protección del medio natural, la difusión de la cultura del vino y la promoción del turismo enológico, en un caso, y la puesta en relieve del ambiente salinero alavés, único en el mundo.

Por un lado, la candidatura del paisaje del vino, presentada por los gobiernos de País Vasco y de La Rioja, recoge la excepcionalidad cultural del paisaje conformado por los espacios de una zona singular desde un punto de vista histórico, geográfico y cultural, análoga a otros paisajes culturales como el de la región vitivinícola de Tokay en Hungría, la francesa de Saint-Emilion o el Alto Duero portugués. En el caso de La Rioja y Rioja Alavesa, se valora el paisaje cultural entendido como fruto de la interacción de la naturaleza y el hombre a través del tiempo y de los usos propios de los diferentes periodos históricos, conformado por los múltiples elementos de lo que se conoce como cultura del vino.

Por otro, la candidatura del Valle Salado sigue adelante después de que la documentación enviada haya sido admitida de forma definitiva al cumplir todos los requisitos. Tras este trámite, el centro de la Unesco evaluará la candidatura y visitará el Valle Salado en otoño.