washington. Los nueve jueces del Supremo de Estados Unidos escucharon ayer argumentos a favor y en contra de la Propuesta 8, la enmienda que prohibió los matrimonios gays en California en referéndum seis meses después de que el estado de California reconociese ese derecho. Cuatro demandantes, una pareja de hombres y otra de mujeres, personalizan la lucha ante lo que consideran "discriminación".

El juez Anthony Kennedy, magistrado conservador que ha defendido en ocasiones los derechos de los gais, llegó a cuestionar durante la audiencia si el Supremo hizo bien en aceptar el caso, mientras que Cooper instó a los jueces a no mediar en "un asunto tan difícil" y permitir que sean los votantes de los estados quienes decidan si desean aprobar o no el matrimonio gay.

Kennedy recordó que hay aproximadamente 40.000 niños adoptados o concebidos por parejas homosexuales sólo en California, que "quieren que sus padres tengan un reconocimiento completo" de su unión.

"Sus voces son importantes, ¿o no?", cuestionó. Los jueces también podrían decidir que su veredicto no se limite a California, sino que se extienda también a todos los estatutos y enmiendas constitucionales estatales que prohíben el matrimonio gay.