Zaragoza. Las vacaciones escolares de Semana Santa no pudieron comenzar de peor manera para las familias de los tres niños madrileños -dos chicos y una chica- a los que ayer les sorprendió un alud mientras estaban practicando esquí en la estación de Formigal, en el Pirineo oscense. Los dos niños consiguieron salir ilesos mientras que la niña se encuentra en estado "extremadamente grave" tras quedar atrapada por la nieve.
La menor, de 7 años, tuvo que ser reanimada en el lugar del accidente por el personal sanitario de la estación de esquí y por los miembros del Salud (Servicio Aragonés de Salud), que se desplazaron hasta allí. Ante la gravedad de sus lesiones, la niña fue trasladada en helicóptero al Hospital Miguel Servet de Zaragoza, donde permanece ingresada en situación "crítica". Por su parte, los dos niños salieron por su propio pie de la avalancha de nieve. En un primer momento, fueron examinados en el centro sanitario de Formigal aunque por la tarde fueron trasladados al Hospital San Jorge de Huesca donde fueron sometidos a un examen más exhaustivo. Según confirmaron fuentes del Gobierno de Aragón a Efe, ambos se encontraban "bien".
Según informó Aramón, la promotora de Formigal, los hechos sucedieron a las 13.40 del mediodía cuando el personal de la estación fue alertado de que se había producido una colada (un alud de pequeñas dimensiones) en la conexión entre Anayet con Sarrios, y afectó a una pista de Pico Royo. Hasta el lugar se trasladó el personal sanitario de Formigal y del 112. Allí comprobaron la existencia del alud -de tres metros de ancho por 1,5 de alto- y la presencia de tres personas atrapadas. Tras rescatar a los tres niños se decidió el traslado de la niña a Zaragoza.
Paralelamente se produjo la activación del plan de emergencia y la comunicación a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y a los servicios sanitarios de la comarca.
Al parecer, los tres menores se encontraban esquiando por pistas señalizadas de la estación de Formigal y, según comentó ayer el presidente de la Comarca Alto Gállego, Pedro Grasa, habían acudido a "socorrer a otro compañero que se había accidentado" cuando les cogió el alud por sorpresa .
A última hora de ayer, tanto el personal de la estación de esquí y como la Guardia Civil todavía estaban investigando el origen del alud en las instalaciones de Formigal. Se da la circunstancia de que ayer no había activada ninguna alerta por riesgo de aludes en el Pirineo oscense por parte de la Agencia Española de Meteorología.