Al Ayuntamiento de Vitoria le da mucho juego Amvisa. Es la sociedad municipal que mejor marcha, una fuente aparentemente inagotable de dinero líquido. El Consistorio ha llegado a aprovecharse de sus beneficios incluso para abonar la nómina de los funcionarios cuando había telarañas en las arcas municipales. Y este año, se va a llenar las manos. Junto con la abultada transferencia de 1,7 millones de euros incluida en el acuerdo presupuestario PP-PNV, el gabinete de Javier Maroto acaba de hacerse un regalo que nadie en la oposición esperaba de más de 1,9 millones de euros. Un dinero que le vendrá de perlas para gestionar el ejercicio, ante la dificultad evidente de obtener a lo largo de 2013 todos los ingresos previstos.
Dos facturas de diciembre del año pasado por una serie de gastos -la mayoría relacionados con temas de agua- asumidos por el Ayuntamiento ha sido la clave para llevar a cabo la maniobra. El equipo de gobierno la presentó ayer en el Consejo de Amvisa, donde están representados todos los grupos políticos, como justificación para recibir en líquido ese dinero ejecutado. Nadie discutió los conceptos, imputables a la sociedad municipal, pero sí el modus operandi. ¿Por qué sacar esos recibos dos días después de la aprobación inicial del Presupuesto? ¿Por qué no haber incluido esta transacción en las Cuentas, como la otra transferencia?
El PNV, con todo, acabó apoyando la petición de autorización del pago de esos más de 1,9 millones de euros. Un voto que no sólo facilita la operación sino que, según advirtió Bildu, da vía libre al equipo de gobierno a usar la cantidad como estime oportuno, en lo que desee. "Además de que no entendemos por qué esta transferencia no estaba dentro del Presupuesto y por qué se ha esperado a este momento, se desconoce el destino de esa cantidad. Y todos sabemos que con la norma de ejecución presupuestaria, el alcalde puede hacer lo que quiera", alertó el concejal abertzale Antxon Belakortu.
Esa incertidumbre, en un momento en el que ciertas obras consideradas urgentes por los vecinos se paralizan con la excusa de que falta dinero, preocupa. Y aunque Amvisa tenga 5,7 millones de euros en beneficios -antes de las dos transferencias-, Bildu tiene claro que no es justificable tanta salida de dinero líquido a las arcas municipales cuando el Consistorio le debe además 6 millones. "Si hay que pasar la factura, se pasa", apostilla Belakortu, "pero se compensa con la deuda que tiene con Amvisa el Ayuntamiento". Una posibilidad de la que no hubo noticias en el Consejo de Amvisa.
De los dos recibos, uno asciende a 1,913 millones de euros y el otro es de 14.000. El más gordo incluye reparaciones en el suministro de agua de la zona rural (16.468 euros), labores de mantenimiento del bombeo de la red de saneamiento (16.026), limpieza e inspección del alcantarillado de los concejos (138.753) y de la ciudad (1,05 millones de euros), y servicios municipales tan dispares como Nuevas Tecnologías o Hacienda (691.000).
intento de venta Si el equipo de gobierno pudiera, el siguiente paso tras tanta transferencia seguramente sería la semiprivatización de Amvisa. El superávit de la sociedad resulta tan tentador, que el gabinete de Javier Maroto planteó la venta del 49% del organismo para lograr 40 millones de euros -ese fue su cálculo- y dar oxígeno a la delicada situación económica del Ayuntamiento gasteiztarra. No es que haya aparcado la idea, pero ahora no resultaría posible sacarla adelante porque requiere de su aprobación mayoritaria en el Pleno y, por ahora, nadie más que el PP la ve con buenos ojos.
Los grupos de la oposición, socio presupuestario incluido, rechazan la iniciativa ya sea por temor a perder el control de una empresa clave en la ciudad y modélica en Europa, a que suban los precios del agua -aunque los populares dicen que no sucedería- o se evaporen las actuales ayudas del Gobierno Vasco.