vitoria. Dos problemas son los que durante el último año y medio han acompañado al proyecto de la haurreskola Mariturri para su construcción: la falta de un consenso político y una previsión presupuestaria insuficiente. Sin embargo, tras el acuerdo municipal en el seno de Ensanche 21, ya no hay trabas que pongan freno a la obra. Por eso, la asociación Zabalgana Batuz instó ayer al Ayuntamiento gasteiztarra a dar inicio "con la mayor brevedad posible" a los trámites de planificación, contratación y ejecución de este equipamiento.

La agilidad que el colectivo quiere imprimir al proceso no es baladí. "Un retraso de meses en este proyecto de escuela infantil puede suponer un año de retraso en la apertura, lo que afecta a la vida personal, familiar y laboral de muchos vecinos y vecinas del barrio", advirtió. Mariturri, como el resto de sectores que conforman Zabalgana, es una zona eminentemente joven, en crecimiento poblacional constante, con una de las tasas de natalidad más potentes de la ciudad, llena de carritos. Ya hay muchos niños y cada vez serán más, así que la construcción de una haurreskola resulta incuestionablemente necesaria.

Por eso, tras el acuerdo que garantiza su financiación, Zabalgana Batuz reclama información "de todos los trámites pendientes, políticos y administrativos, para la planificación, contratación y ejecución de la haurreskola de Mariturri", con el deseo de que el proceso se ponga en marcha cuanto antes. "Por nuestra parte", añadió, "hemos aportado lo que se nos ha venido reclamando y en los próximos días haremos seguimiento del proyecto para que no haya parones". Tras todas las fechas incumplidas hasta ahora, impera la desconfianza entre los vecinos.

La última vez que el alcalde gasteiztarra se atrevió a anunciar públicamente el inicio de las obras fue en enero. Entonces Javier Maroto dijo que arrancarían en mayo y que acabarían para finales de año, por lo que el Gobierno Vasco podría ponerla en marcha nada más empezar 2014.