MADRID. Kontseilua junto a las asociaciones en defensa del catalán, y gallego se reunieron ayer en el Congreso con distintos grupos parlamentarios para denunciar las consecuencias que acarrearía la puesta en marcha de la reforma educativa y pedirles que trasladen la "indignación" de la sociedad civil. Así lo explicaron representantes de las organizaciones A mesa pola normalización lingüística (gallego), Kontseilua (euskera) y Ciemen (catalán), que se desplazaron hasta el Congreso unidos por el "ímpetu para impulsar los procesos de normalización" de las lenguas y "frenar sus procesos de sustitución" en aras a conseguir "vivir en catalán, gallego o euskera con total normalidad". Las entidades elaboraron un documento en el que manifiestan estar orgullosas de la labor realizada por la sociedad civil y recuerdan que se han conseguido dar "pasos firmes" para posibilitar la recuperación de las lenguas, aún cuando "en multitud de ocasiones han sido las propias instituciones las que han obstaculizado el trabajo".
El manifiesto asegura que las comunidades lingüísticas están "mejor que hace treinta años" pero no donde les corresponde y señala que en la situación actual el Gobierno español mantiene una actitud pasiva en ocasiones y beligerante en otras con respecto a la implementación de tratados internacionales de protección de las lenguas a los que se han adherido voluntariamente. "Lo que realmente nos preocupa es que sea el Gobierno español quien amenace el desarrollo de nuestras lenguas", recoge el documento, que hace referencia principalmente al borrador de la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) que a juicio de las organizaciones supone un "ataque directo" a las tres comunidades lingüísticas. "No solo no garantiza ni refuerza las lenguas minorizadas sino que es un planteamiento contrario a ellas y las convierte en lenguas de segundo grado", denuncia el texto.
LA LEY WERT, UN RETROCESO "Hemos venido al Congreso para denunciar el borrador presentado por Wert, que lo que va a hacer es arrinconar más a nuestras lenguas y a sus hablantes. En las últimas décadas hemos trabajado para normalizar nuestras lenguas y creemos que este borrador va a ser un retroceso", explicó el representante de Kontseilua, Paul Bilbao, antes de participar en la primera reunión con los diputados, para añadir que su objetivo es conseguir que los grupos se conviertan en su "altavoz" en el Congreso. De este modo, pretenden conseguir que Wert "escuche la opinión de la sociedad civil organizada" que, a su juicio, es "totalmente contraria" a la propuesta que ha hecho el ministro. "Nuestro objetivo final es que todos los grupos o al menos aquellos que sean favorables a la normalización de las lenguas minorizadas tengan en cuenta nuestra opinión y que esa opinión sea trasladada al órgano pertinente", explicó.
En el caso gallego, el presidente de A mesa pola normalización lingüística, Carlos Callón, dijo que la reforma profundiza en las agresiones a la lengua que ya ha llevado a cabo el gobierno de Núñez Feijoó, que "ha prohibido impartir en gallego determinadas asignaturas" y "ha destruido 100.000 libros de texto por el hecho de estar en gallego". "Cuando nos hablan desde el PP de la libertad de elección de lengua en realidad lo que nos dicen es que eres libre de escoger lengua si escoges el castellano. En Galicia una de cada tres familias reclaman la enseñanza en gallego para sus hijos en la educación infantil y no tienen esa opción", comentó.
En el caso del catalán, Joaquim Sempere, representante de la plataforma Ciemen-Enllaçats per la Llengua que defiende el uso del catalán en Valencia, Catalunya y Baleares, afirmó que contra esa reforma educativa "habrá una oposición muy fuerte de toda la comunidad educativa". >efe/e.press