vitoria. Las empresas y profesionales vinculados con el reparto de mercancías en el centro de Vitoria pueden estar hoy un poco más tranquilos. Tal y como informó el lunes este periódico, el Ayuntamiento se comprometió ayer a revisar su polémico plan para restringir el acceso al centro de este tipo de vehículos y buscará soluciones más consensuadas con los colectivos afectados que eviten el deterioro de un sector muy mermado por la crisis. Aunque fueron varios los asuntos tratados, especialmente receptivos se mostraron los responsables muncipales con el tema del horario fijado para la carga y descarga, uno de los más delicados al entender el PP que un margen de dos horas y media (entre las 7.00 y las 9.30) sería suficiente para completar las tareas de reparto. Este extremo volvió ayer a ser desmentido con rotundidad por parte de todos los afectados, que en la misma línea de las últimas semanas volvieron a calificarlo como un "absoluto disparate". A la espera de la puesta en marcha oficial de este polémico plan, ambas partes acordaron mantener los actuales horarios de carga y descarga (de 8.00 a 12.00). En síntesis, ése fue el planteamiento esgrimido por el teniente de alcalde, Miguel Garnica, y la concejal de Espacio Público, Leticia Comerón, ante los representantes con los que ayer mantuvo una larga reunión que se extendió hasta última hora.

En un encuentro con menos tensión que en el pasado, ambas partes acordaron trabajar a partir de ahora por separado en busca de nuevas propuestas de mejora y volver a reunirse el próximo 21 de marzo. "Estamos satisfechos de que nos hayan tenido en cuenta a la hora de plantear soluciones a los problemas, porque esto era un disparate sin pies de cabeza y además impuesto", destacó a la salida el presidente de la Agrupación Alavesa de Transportistas, Iñaki López de Foronda.

Aunque a día de hoy no hay nada decidido sí existe, al menos en la parte profesional, la sensación de que el Ayuntamiento está por la labor, por aunar el mayor consenso posible y enmendar un entuerto que inició hace ya casi ocho meses cuando encargó a la multinacional DHL un informe para tratar de solucionar los continuos problemas y molestias derivadas del reparto en la zona centro entre semana.

Dicho informe se conoció como Proyecto de Distribución de Mercancías y planteaba en un primer momento prohibir el acceso de los vehículos de mercancías al centro urbano peatonal, así como habilitar una serie de zonas de carga y descarga controladas por parquímetros en varias calles adyacentes para que desde allí se llevara a cabo el reparto por medios manuales. Se trataba de una solución "perversa", advirtieron los afectados, que acarrearía un "grave" impacto no sólo económico sino tambien de salud y seguridad laboral para los trabajadores.