vitoria. Los sacerdotes de la parroquia de San Francisco de Zaramaga aclararon ayer que los jóvenes que se encerraron en la iglesia del 3 de marzo durante cinco días no tenían el permiso de sus responsables para hacerlo. Los jóvenes entraron en el templo el pasado domingo 3 tras la marcha conmemorativa de la masacre de 1976 y durante su estancia celebraron asambleas. Después, se organizaron en un grupo que apuesta por un cambio de sistema desde una perspectiva anticapitalista, feminista, euskaldun y ecologista.
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