Vitoria. El Gobierno Vasco, a través de la Dirección de Patrimonio Cultural y de Sprilur, sociedad integrada en el grupo SPRI y adscrita al departamento de Desarrollo Económico y Competitividad, parece decidido a conservar su patrimonio industrial, un histórico nexo de unión entre la actividad industrial vasca y su imagen en los últimos dos siglos, según defiende la Asociación vasca de Patrimonio Industrial, fundada en 1984. En este empeño, responsables de ambos departamentos han diseñado un plan de acción que arranca en Vitoria, concretamente en el edificio de La Azucarera, una joya arquitectónica con reminiscencias manchesterinas con más de un siglo de vida. Esta fábrica, que se encuentra situada en el polígono de Ali Gobeo y que ya fue rehabilitada hace unos años, ha sido escogida como cobaya de un proyecto que pretende extenderse después a otros edificios industriales enfermos de la CAV.
La primera prueba científica sobre el ladrillo que cubre el edificio se produjo el pasado 8 de febrero y tenía como objetivo testar un novedoso sistema de desalación en este tipo de materiales. En el caso de este histórico edificio vitoriano, los ladrillos estaban empezando a "diluirse" como un simple azucarillo al entrar en contacto con el agua, así que se decidió actuar, explica a este periódico Arkaitz Orbegozo, uno de los arquitectos que está al frente del programa. A su juicio, el problema de este tipo de edificaciones se produce cuando los ladrillos absorben agua por capilaridad, un fenómeno que arrastra sales disueltas que una vez cristalizadas acaban por "comerse poco a poco" el ladrillo, añade el arquitecto.
proceso limpio de química Esta iniciativa de testar una nueva técnica de mantenimiento permitirá diagnosticar y elaborar un procedimiento para realizar la desalación en superficies delicadas y de gran dimensión. Hasta la fecha, el proceso tradicional de desalación se trataba de forma muy artesanal, lo cual encarecía los costes y tiempo de ejecución. Además, este nuevo tratamiento de sales no utiliza productos químicos que deterioren los componentes originales del ladrillo.
El objetivo del equipo técnico encargado de realizar este plan preventivo confía en poder realizar a lo largo de este año el estudio previo sobre el diagnóstico, para acometer en los meses posteriores los trabajos de desalación. Este ataque, insisten los expertos, es uno de los procesos que más deterioran los elementos que componen la mayoría de los edificios históricos patrimoniales. El edificio de La Azucarera se construyó en 1902 y Sprilur procedió a su restauración en el año 2000, pasando a continuación a formar parte del patrimonio industrial vasco.