Vitoria. "usted se imagina tener que trabajar durante un turno de noche en Foronda, culminar tu trabajo, regresar a casa, acostarte y al rato recibir una llamada solicitando de nuevo tus servicios en la pista del aeropuerto porque resulta que un avión de carga necesita personal de tierra? ¿Usted se lo imagina? Pues no, por ahí no podemos pasar, a pesar de que esas hora extra se vayan a pagar al doble". El clarividente testimonio de este trabajador de Foronda resume el sentir generalizado que ayer se impuso en la asamblea de trabajadores que a primera hora votó la inédita propuesta de Aena del día anterior, un sistema por el que el aeropuerto mantendría el horario nocturno actual y por el día funcionaría bajo demanda, es decir, pudiendo acoger vuelos puntuales cuando las circunstancias lo requirieran. Así que la votación, que venía precedida de un tenso ambiente, estuvo cargada de dignidad obrera en un momento de recortes y ajustes laborales. De los 60 trabajadores que acudieron a la asamblea, 46 se decantaron por el no, cinco dijeron que y nueve se abstuvieron. ¿Conclusión? Vuelta al comienzo del problema surgido el pasado mes de agosto, cuando el Ministerio de Fomento retiró la licencia al aeródromo vitoriano para abrir las 24 horas del día.

El personal afectado por la medida insistió ayer en que la oferta pública no es sino una declaración de intenciones a la que no se dota, según su criterio, de los medios humanos, técnicos ni económicos necesarios para llevarla a cabo. "La propuesta es inviable e insolvente con los 28 trabajadores con los que finalmente quieren contar", abundó Luis Fuente, delegado de USO en el Comité de empresa.

En la misma línea, los trabajadores acusaron a la dirección de actuar de manera "maquiavélica" al trasladar a la opinión pública que la posibilidad de que operen aviones durante el día depende de ellos, de la decisión de ayer, una tesis en la que también se alineó el PP. "Ellos y el Ministerio de Fomento han reducido el horario operativo y ellos son los responsables de la situación dramática de Foronda y de las consecuencias que está teniendo para los trabajadores y para el desarrollo económico y social de Álava", añadieron fuentes de la parte social.

En este contexto, la plantilla exige un plan de viabilidad serio para el aeropuerto, con medidas y plazos concretos para la recuperación del horario operativo de 24 horas, y para que se convierta en un centro de distribución de carga del eje atlántico y a su vez se impulsen las operaciones de pasajeros. Y a las instituciones locales, una vez más, volvieron a exigirles responsabilidad para con el tejido económico y social de Álava en lugar de convertir reuniones como la del pasado jueves en una "una operación de marketing" para mayor gloria del alcalde de Vitoria, el diputado general y el PP en general, "incapacidad de defender los intereses de los ciudadanos alaveses y vascos".

Guerra dialéctica Como estaba previsto, el rechazo a la propuesta de Aena también desató una guerra dialéctica entre todas las partes implicadas. Los primeros en manifestar su contrariedad fueron los propios trabajadores, que tacharon de "tomadura de pelo" la propuesta de la dirección, a la que acusaron además de "programar una muerte lenta de Foronda con la complicidad del alcalde y el diputado general". Poco después fue la propia empresa, a través de un comunicado, quien lamentó el rechazo a su propuesta de horario diurno bajo demanda, a pesar de lo cual reiteró su voluntad para seguir dialogando. Y por último, ya a lo largo de la jornada, fueron las fuerzas políticas, especialmente los partidos de la oposición al PP en Juntas y el Ayuntamiento quienes cargaron contra Maroto y De Andrés por "su afán de protagonismo" en todo este asunto. "La postura municipal habría tenido mucha más fuerza si el director de los aeropuertos hubiera tenido delante a todos los partidos de la Corporación", lamentaron en un comunicado conjunto PNV, PSE y Bildu. En la misma línea, la formación jeltzale en Juntas Generales del territorio histórico solicitó después la comparecencia urgente del comité de trabajadores del Aeropuerto de Foronda para explicar con detalle la negativa de Aena a abrir el aeropuerto al menos 20 horas al día, así como el contenido de las negociaciones que mantuvieron con la empresa.

A la espera de un próximo encuentro, la plantilla afectada instó a la dirección de Aena a "dejar de mentir intentando desviar la atención del verdadero problema, que es la irresponsable e improvisada decisión del Ministerio de Fomento de reducir el horario operativo sin haber valorado las consecuencias ni las necesidades del territorio".