BILBAO. Los datos de este sondeo corresponden al último Sociómetro del Gobierno vasco, correspondiente a marzo. En él se aprecia una creciente identificación de los problemas sociales como problemas personales, aunque todavía la situación personal es valorada de forma más positiva que la global, con un 5,7 frente a 4,9, en una escala de 0 a 10.

Así, la preocupación por los problemas ligados al mercado de trabajo alcanza su máximo histórico en la serie desde 1995 como problema personal (64%) y como problema global iguala al registrado en febrero de 2012 (84%).

El 61% de los ciudadanos vascos ha visto disminuido su poder adquisitivo en el último año, solo el 35% considera que ha mantenido su poder adquisitivo y el 4% lo ha visto aumentado. El grado de influencia de la crisis aumenta a medida que disminuye la clase social subjetiva.

En esta línea, los vascos otorgan una prioridad absoluta a la gestión de la crisis económica y el desempleo, situando muy por debajo en su interés otros temas considerados "pilares" de su acción por el Gobierno vasco. Así, en octavo lugar colocan la paz y convivencia (9%) y en décimo un nuevo estatus político (3%).

En cuanto a la lucha contra la crisis, de entre las medidas propuestas la más mencionada es el fomento del empleo y la formación (62%), seguida de las ayudas a jóvenes emprendedores (45%).

Y a la hora de gestionar un presupuesto más reducido, las tres áreas en las que de forma espontánea se considera que no se debería reducir el gasto son la sanidad (79%), la educación (66%) y la protección social (32%). Por contra, entre los ámbitos para reducir gasto aparecen en primer lugar todo lo referente al número de altos cargos, sueldo, gastos de representación (63%), seguido de los gastos de funcionamiento de la administración y las duplicidades (14%) y, en tercer lugar, el gasto en infraestructuras, obras públicas y transporte (12%).

PAZ, CONVIVENCIA Y NUEVO ESTATUS

Respecto al proceso de consolidación de la paz y la convivencia, la sociedad vasca considera que el hecho que más lo facilitaría es la disolución y entrega de armas por parte de ETA, con un 8 en una escala de 0 a 10.

En este campo, de cualquier modo, se aprecian diferencias significativas de opinión según la simpatía política respecto a la participación de los presos de ETA en el proceso de paz.

En cuanto a un nuevo estatus político para Euskadi, los encuestados creen que un mayor grado de autogobierno favorecería la economía vasca (46%) y la convivencia (41%), primando las posturas favorables a un nuevo modelo político con mayor autogobierno (46% frente a 44%).

El 23% elegiría un modelo federal en el que las comunidades tuvieran mayor autonomía y el 23% optaría por un Estado en el que se reconociese a las nacionalidades ser estados independientes, frente al 37% que prefiere un modelo con comunidades como el actual y el 7% que elige un Estado con un único gobierno central sin autonomías.

Respecto al Estatuto, un 30% afirma que estaría satisfecho con él si se completase, el 29% que está satisfecho con el mismo tal y como está, el 14% rechaza cualquier Estatuto por ser insuficiente, el 6% cree que tiene demasiadas competencias y el 21% no sabe o no contesta a esta cuestión.

De cualquier forma, 6 de cada 10 vascos desearían ser preguntados en un referéndum sobre cuestiones relativas al autogobierno. Respecto a la independencia del País Vasco, un 32% estaría o no de acuerdo según las circunstancias, un 30% en desacuerdo, un 29% de acuerdo y un 9% no sabe o no contesta a esta cuestión.