Gasteiz. El Gobierno Vasco aseguró ayer que está "fuera de lugar" decir que el empleado público que se suicidó el miércoles en Bilbao cuando iba a ser desahuciado es la "primera víctima de los efectos colaterales" de la ampliación de la jornada de los trabajadores de la Administración pública.
En una nota de prensa, el Gobierno Vasco salió al paso de las declaraciones de los representantes de los cuatro sindicatos con mayor representación en la función pública -ELA, LAB, UGT y CCOO- durante las concentraciones de solidaridad por José Antonio Diéguez, al que calificaron como "un efecto colateral de la ampliación de la jornada de los trabajadores de las Administraciones vascas y de la muerte real de las bolsas de sustitutos", ya que según LAB "era un eventual más de esos 9.000" que hay en el Gobierno Vasco, a quienes Erkoreka calificó como "efectos colaterales" y se ha exigido al Gobierno Vasco que tenga "más cuidado con lo que está diciendo" respecto al trabajo y las condiciones laborales de los empleados públicos.
El viceconsejero de Función Pública, Andrés Zearreta, rogó "seriedad en las declaraciones públicas" y señaló como "altamente perjudicial" los términos que utilizaron "algunos representantes sindicales", al apuntar "responsabilidades fuera de lugar". Además pidió a los sindicatos que actúen con "respeto" y "responsabilidad" ante la "desgraciada muerte" del trabajador y mostró sus condolencias a su familia.