madrid. Tras reiterar su "compromiso" con el desarrollo de la Y ferroviaria vasca, el presidente del Gobierno español evitó reconocer que las obras del Tren de Alta Velocidad que conectará las capitales vascas se están paralizando en los ramales de Araba y Bizkaia, así como en la conexión de Gasteiz con Burgos debido a los recortes presupuestarios. Lejos de eso, Mariano Rajoy afirmó ayer en el Senado que "la Alta Velocidad en el País Vasco se va a terminar" porque "racionalizar los costes no es ni postergar ni dejar en el olvido los compromisos adquiridos".
Frente a una realidad que dice que el presupuesto para este año de la Y ferroviaria vasca se ha reducido más de un 40% en relación al de 2012, el presidente español dijo que la dotación presupuestaria en 2013 para la línea vasca del TAV "es suficiente para proseguir con las obras de plataforma que están en marcha, para comenzar las obras del tramo Atxondo-Abadiño y para iniciar la licitación de los tramos correspondientes al nudo de Bergara".
En respuesta a una pregunta del senador del PNV Jokin Bildarratz sobre las medidas que adoptará el Gobierno español para evitar la ralentización de las obras del TAV, Mariano Rajoy mantuvo la versión oficial de que la línea de Alta Velocidad que conecta el País Vasco con el eje atlántico, el centro de España y el norte de Europa es "un proyecto prioritario" con el que su Ejecutivo "está comprometido". No obstante, Rajoy reconoció la existencia de "problemas" y argumentó que el desarrollo de la infraestructura está condicionado por "la política actual de racionalización de costes".
Sin reconocer que el ritmo de las obras de construcción de la línea del TAV se ha reducido sustancialmente por razones presupuestarias en los tramos alavés y vizcaino -que son los que ejecuta el Ministerio de Fomento a través de Adif-, el presidente del Gobierno español se mostró dispuesto a "alcanzar acuerdos que posibiliten optimizar las soluciones desde el punto de vista económico y funcional" en las tres capitales de la Comunidad Autónoma Vasca. Rajoy también se comprometió con Jokin Bildarratz en "hacer cuanto esté en mis manos" para cumplir con el calendario previsto y dijo que procurará hablar con el Gobierno vasco sobre el desarrollo de las obras.
criterios de prioridad Más allá de unas reiteradas y contundentes afirmaciones de "compromiso", "apoyo" e "impulso" al TAV, el presidente del Ejecutivo español no fue capaz de concretar la fecha de puesta en marcha de la Y ferroviaria vasca ni respondió la pregunta del senador del PNV sobre la forma en que Fomento hará frente a la falta de presupuesto para mantener el ritmo de construcción de la línea de Alta Velocidad y cumplir con los criterios de prioridad marcados por la Unión Europea para esta infraestructura.
En su primera intervención en una sesión de control al Gobierno en el Senado, Jokin Bildarratz resumió los retrasos acumulados a lo largo de los últimos 24 años por el proyecto de la Y vasca, que es -dijo- "la infraestructura más importante que se está construyendo en Euskadi y que probablemente jamás se haya construido". El senador del PNV señaló en su intervención que ni el actual Gobierno español, "ni gobiernos anteriores han considerado necesario adecuarse a los criterios de prioridad expresados por la Unión Europea", a pesar de que la línea de Alta Velocidad forma parte del eje ferroviario atlántico. Una infraestructura prioritaria para la UE debido "entre otras muchas razones a que el Arco Atlántico concentra entre el 30 y el 40% del PIB de la zona euro".
Bildarratz incidió en el diferente tratamiento presupuestario que reciben los corredores ferroviarios en marcha, ya que mientras la Y vasca ha sufrido un fuerte recorte, el corredor mediterráneo mantiene el 94,3% de su presupuesto y el del noroeste, el 88,6%. El senador vasco concluyó que la conexión con Francia por Irun queda, de esta forma, "relegada". Denunció también que algunas empresas que trabajan en la construcción del TAV han optado por parar las obras en los tramos que les han sido adjudicados porque Adif "les hace trabajar al 15% de sus posibilidades" y se les ha pedido que no certifiquen la obra realizada el año pasado ante la falta de presupuesto para abonarlas. Por ello, Jokin Bildarratz pidió ayer a Rajoy que negocie con el Gobierno vasco cómo impulsar esta obra, que es fundamental para los vascos.
Tras expresar su preocupación por el "retraso" de las obras y porque "en los tramos alavés y vizcaino empiezan a paralizarse", lo mismo que en el tramo Burgos- Gasteiz, Jokin Bildarratz recordó al presidente español "que algunos tramos tienen ayudas por parte de la Unión Europea y estas obras van a ser vigiladas en su cumplimiento, ¿qué van a hacer?, ¿perder ayudas de la UE?, ¿tener tramos por empezar y otros finalizados?". Pese a la concreción de las preguntas del senador del PNV, ni estas cuestiones ni su propuesta de que el Gobierno español extienda la encomienda de gestión de los tramos alavés y vizcaino del TAV al Ejecutivo vasco con el fin de que éste se haga cargo de finalizar su construcción igual que gestiona el tramo guipuzcoano, obtuvieron ayer una respuesta.
En lugar de eso, Rajoy recordó que "la Administración general del Estado ya lleva invertidos más de mil millones de euros solo en la Y vasca". En concreto, 1.135 millones a los que hay que sumar los 789 millones del ramal guipuzcoano, que también sufraga el Estado.