BILBAO. El 31,6% de las defunciones, 6.261 muertes, fue como consecuencia de tumores; seguido de las enfermedades del aparato circulatorio, con un 28,5% (5.655 defunciones). En tercer lugar se sitúan las enfermedades respiratorias, que supusieron el 8,9% (1.758).
El motivo de las defunciones continúa siendo distinto según el sexo, ya que entre los hombres los tumores superaron a las enfermedades del aparato circulatorio, mientras que entre las mujeres la principal causa fueron las enfermedades cardiovasculares y en segundo lugar los tumores.
En los menores de un año, las defunciones más frecuentes se debieron a enfermedades originadas en el período perinatal y a malformaciones congénitas. Hasta los 40 años las principales causas de fallecimiento fueron las externas, entre ellas los accidentes y los suicidios; de 40 a 80 años los tumores y a partir de los 80 años las enfermedades del sistema circulatorio.
Mientras que las muertes por tumores y por enfermedades respiratorias han crecido un 14% y un 7%, respectivamente, en la última década, las enfermedades cardiovasculares han disminuido un 2%. Así, el número de fallecimientos por infarto de miocardio se ha reducido en un 28% en la última década. En el año 2001 fueron 861 las personas fallecidas por esta enfermedad y 623 en 2011.
Por contra, las defunciones por demencias se han incrementado en un 61% (1.093 muertes en 2011) y, dentro de las enfermedades degenerativas, los fallecimientos por Alzheimer se han incrementado un 74% (661 en 2011).
Según el Eustat, el descenso de las muertes por accidentes de tráfico en la década 2001-2011 ha sido de tal magnitud (69%), que ha provocado que en el año 2011 el suicidio y las caídas accidentales sean las principales causas externas de defunción.
De hecho, las muertes por accidentes de tráfico fueron 75 frente a las 125 por caídas accidentales y los 172 suicidios. En concreto, esta cifra de suicidios supone un incremento del 31% respecto a los 131 ocurridos en 2010.
ESPERANZA DE VIDA
La edad media de las personas fallecidas durante el año 2011 se situó en 78,1 años, mientras que en el año 2001 estaba en 75,3 años, es decir, se ha producido un aumento de 2,8 años en la última década.
Por sexo, los hombres fallecieron de media a los 74,8 años y las mujeres a los 81,7 en el año 2011, mientras que en el año 2001 las medias fueron, respectivamente, de 71,4 y 79,9 años. En consecuencia, durante estos últimos 10 años, los hombres han aumentado su vida media en 3,4 años y las mujeres en 1,8 años.
El crecimiento vegetativo fue positivo, ya que hubo 1.348 nacimientos más que muertes. Por territorios, se produjeron saldos positivos en µlava y Gipuzkoa, que ganaron 910 y 763 personas, respectivamente; por el contrario en el caso de Bizkaia, el número de defunciones superó al de nacimientos (-325).
En cuanto a la mortalidad infantil, fallecieron 2,6 menores de un año por cada mil nacimientos. La mortalidad neonatal, referida a los primeros 28 días de vida, contabilizó 36 defunciones; de ellas 12 se produjeron durante las primeras 24 horas y otras 10 en la primera semana. Entre los menores de 1 año, las defunciones de niñas fueron el 70% del total.