vitoria. Los árboles de la Avenida sufren. En su día a día han padecido infinidad de adversidades climatológicas, como la última nevada que ha dado al traste con muchas de sus ramas; obras como las del tranvía, que han dañado sus raíces y drásticas podas para que sus estiradas ramas no molesten a los vecinos de los primeros pisos. Ahora se enfrentan a una nueva agresión externa, la reforma de la calle, unos trabajos que los técnicos de Medio Ambiente creen que no soportarán. Por eso, el Ayuntamiento ha decidido aprovechar el momento para talarlos y sustituirlos por nuevos ejemplares que, además, serán autóctonos. Por cada árbol que se elimine se plantarán cuatro en el tramo entre Beato y la plaza de la Constitución, anunció ayer el alcalde. En total, 440 tilos y carpes, entre otras especies más apropiadas para un entorno urbano, ocuparán el espacio en el que desde hace años echan raíces 110 catalpas comunes.

Todas esas agresiones externas les han hecho enfermar y, a día de hoy, "un elevadísimo porcentaje de ellos está en mal estado", constata el coordinador general de Medio Ambiente y autor del proyecto de Anillo Verde Interior, Luis Andrés Orive. "No es posible aplicar técnicas de recuperación, así que hemos tomado la decisión de sustituirlos", manifestó.

Pero, ¿cómo va a afectar la desaparición de los árboles a la fisonomía de la Avenida? Los primeros sesenta ejemplares se van a sustituir ya, esta misma semana. El resto, en una segunda fase. Y precisamente para no dejar sin vegetación la calle, Javier Maroto explicó que primero se plantarán los nuevos y después se retirarán los actuales. Quiere evitar el alcalde una nueva polémica, en este caso a cuenta de la tala, y por eso ya ha informado de sus planes a los ecologistas. Incluso antes de decidirse a sustituir los viejos ejemplares ha solicitado la opinión de expertos de la casa y externos, como Gabriel Iguiñiz.

Si de algo puede presumir la Green Capital 2012 es de tener un elevado número de árboles por habitante. Con esta nueva plantación habrá más. Y autóctonos, para lograr un espacio natural más parecido al de los bosques del entorno. Así, en el eje lineal del centro de la calle lucirán los tilos y en la acera de los números pares -a la derecha si uno mira hacia la plaza de la Constitución- dos filas a ambos lados del tranvía de carpes, una variedad de hoja caduca fácil de encontrar en bosques de Gipuzkoa y Navarra.

Respecto a los cambios introducidos en el proyecto inicial de Anillo Verde Interior, para que no salga tan caro, como pidió el PNV, afectarán al estanque lineal que, en vez de contar con un sistema de circuito cerrado de depuración, más costoso, renovará el agua directamente del subsuelo, lo que permitirá ahorrar costos.