vitoria. La centralización y privatización de los almacenes alaveses de material sanitario que proyectó el anterior Gobierno Vasco tiene a día de hoy todas las papeletas para quedarse en el camino. El polémico expediente, impulsado por Osakidetza cinco días después de las pasadas elecciones autonómicas, centró ayer el debate en la Comisión de Salud del Parlamento de Gasteiz por primera vez en lo que va de legislatura y los grupos políticos enseñaron sus cartas. El nuevo Ejecutivo autonómico aún no se ha pronunciado sobre el futuro de este plan, pero el grupo del PNV que lo sustenta en la Cámara de Gasteiz exigió que sea definitivamente paralizado a través de una enmienda pactada con EH Bildu. Toda una declaración de intenciones que deberá ser refrendada por el nuevo consejero de Salud, Jon Darpón.

La iniciativa partió de la coalición abertzale, a través de una moción en defensa de la Sanidad pública que entre sus puntos incluía el rechazo a la centralización de los almacenes. Rebeka Ubera, parlamentaria de EH Bildu, argumentó que el servicio de almacenamiento sanitario en Álava siempre ha sido "ejemplar" y censuró la "tendencia privatizadora" de determinados servicios públicos, como es el caso. "El concurso estaba completamente fuera de lugar en tiempo y forma, lanzado por un Gobierno en funciones y que venía a suponer el primer paso para cambiar un modelo ejemplar de gestión", censuró.

La licitación de esta plataforma logística de almacenamiento y suministro de material sanitario, la denominación oficial que otorgó Osakidetza al plan, desató una fuerte controversia en la red pública, en gran medida porque se llevó a cabo cuando el Gobierno socialista ya se encontraba en funciones. Ante la ola de protestas que se desató, Osakidetza rectificó sólo unos días después y decidió paralizar temporalmente el plan para que el nuevo Ejecutivo tomase la decisión más acorde a sus intereses.

Según recogía el expediente, cuyo contenido desveló el pasado noviembre DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, la plataforma sería operada por una empresa externa de Osakidetza, que además debería aportar el espacio físico suficiente y los equipamientos, la maquinaria y los vehículos necesarios para el cumplimiento de sus fines. En concreto, la recepción, el almacenaje y la custodia del material sanitario, así como su preparación, transporte y distribución a los diferentes puntos de suministro. En una primera fase, éstos sólo serían los hospitales de Txagorritxu y Santiago, integrados ya en el HUA, a los que después se sumarían los ambulatorios de todo el territorio histórico, el hospital de Leza, la red de Salud Mental y los centros médicos del Alto Deba.

Se trataba, de facto, de centralizar y externalizar los almacenes de todos estos centros en una sola infraestructura, cuyas características futuras ya detallaba el concurso. Teniendo en cuenta la capacidad actual de los almacenes de los centros ya citados, Osakidetza estimó que la plataforma requeriría de 4.500 metros cuadrados útiles de superficie. A la hora de adjudicarlo, Osakidetza avanzó que tendría en cuenta la distancia kilométrica desde la ubicación del futuro almacén central hasta cada centro sanitario y que tuviese un acceso rápido a las principales carreteras, un aspecto que despertó sospechas entre sindicatos y trabajadores de que el concurso se encontraba ya dirigido.

plazo acortado Otro de los aspectos que entre algunos círculos causó recelos fue que el plazo mínimo para presentar ofertas se acortó a sólo 40 días, cuando en condiciones normales éste se extiende hasta los 52. La empresa adjudicataria se hubiese embolsado 13,84 millones de euros de aquí a los próximos seis años, en caso de que se prorrogase la concesión al máximo establecido. Una importante cuantía que serviría para sufragar las inversiones necesarias para poner en marcha la plataforma, su coste de servicio, el transporte para movilizar el material así como los gastos financieros y el beneficio industrial. De salir adelante, Álava hubiese sido el único territorio de la CAV en contar con una infraestructura centralizada de estas características.

La voz discordante a la paralización de este proyecto la puso ayer la parlamentaria del PSE Blanca Roncal, quien recordó que dentro del proyecto del HUA se incluía un plan de integración de los almacenes sanitarios que fue avalado por mayoría absoluta por el Parlamento anterior.