GASTEIZ. El presidente de Kutxabank y de BBK, Mario Fernández, afirma que las personas afectadas por desahucios tienen "derecho a que se les busque una solución", pero ha indicado que no se puede convertir la nueva legislación en torno a esta cuestión en "una invitación a no pagar". Fernández realizó estas manifestaciones en Gasteiz tras reunirse con el lehendakari, Iñigo Urkullu, al que le manifestó la "plena voluntad" de Kutxabank de "colaborar" con el Gobierno vasco en sus programas relacionados con las cuestiones económicas y sociales.
En relación al problema de los desahucios, estimó necesario hacer dos reflexiones, que, a su juicio, deben ser tenidas en cuenta a la hora de establecer una nueva legislación. En primer lugar, aseguró que es una cuestión que "preocupa y ocupa" a Kutxabank. En este sentido, llamó a "solucionar los problemas de aquellas personas que están en situación de exclusión social". De esta manera, se refirió a "personas que son deudores de buena fe, que simplemente han perdido el trabajo". En opinión de Fernández, "estas personas tienen derecho a que se les busque una solución". A su vez, señaló que Kutxabank llega a un acuerdo con los afectados en el 92,7% de los casos de impago hipotecario.
"Invitación a no pagar" No obstante, en segundo lugar, apuntó "lo que no se puede es convertir la nueva legislación en una invitación a no pagar". A su juicio, teniendo en cuenta estas premisas se puede alcanzar un "acuerdo razonable" en un momento en el que en el Congreso de los Diputados se debate sobre el proyecto de ley del Gobierno central y la iniciativa popular acerca de esta cuestión.
Fernández también se refirió a las críticas sobre el supuesto "desmantelamiento" de la Obra Social en las cajas vascas. En concreto, ha aludido a las denuncias de Bildu acerca de la residencia Reina de la Paz de Sarriko (Bilbao), que para la coalición abertzale supone "uno de los ejemplos más claros" de ese "desmantelamiento". El presidente de la caja de ahorros vizcaína replicó que el centro le ha costado a la caja vizcaína "algo más de 25 millones de euros", así como que las habitaciones "tienen 50 o 60 metros cuadrados, es decir, lo que ocupará una suit' de lujo en un hotel". "¿Ese es el ejemplo de que hemos abandonado la Obra Social?", se preguntó el presidente de Kutxabank.
En el mismo sentido, recordó el compromiso fijado en el contrato de integración de las tres cajas de dedicar al menos el 30% de los dividendos a la Obra Social. Sin embargo, alertó de que "en otros ámbitos, como la Troika, la Obra Social les preocupa lo mismo que un accidente de bici en Moscú". "No estamos notando la más mínima sensibilidad cuando explicamos que queremos ganar dinero para hacer Obra Social", concluyó Fernández.