Vitoria. El juicio oral contra el hombre de origen ecuatoriano acusado de abusar casi a diario, y durante año y medio, de la nieta de su mujer, de 9 años, vivió ayer un capítulo fundamental con la presencia en el juzgado de la propia niña, cuyo testimonio fue "creíble", según los peritos forenses judiciales que la interrogaron en la Audiencia Provincial. Tras la celebración de la última sesión, el Ministerio Fiscal mantiene los 18 años y 9 meses de cárcel que pide para el acusado, de 54 años, además de una multa de 72.000 euros, por la supuesta comisión de un delito de agresión sexual de carácter continuado sobre la menor entre abril de 2008 y octubre de 2009.
La acusación popular, representada por la asociación Clara Campoamor, solicitaba la misma pena que el representante público y la mantuvo ayer. La defensa, por su parte, reiteró la petición de absolución de su patrocinado. Antes de que el juicio por este caso, que se inició el pasado miércoles, quedara visto para sentencia, el tribunal escuchó ayer el testimonio de los peritos forenses judiciales.
Fuentes consultadas por la agencia Efe indicaron que éstos se ratificaron en sus informes anteriores en los que ya aseguraban que en el relato de la menor "hay credibilidad". Para refrendar sus argumentos insistieron ayer en que no ha habido "fabulación" ni en el relato de la víctima ni en el de uno de sus hermanos menores, que supuestamente fue testigo de uno de los abusos. A juicio de los expertos, tampoco existen indicios de "inducción" por parte de la madre.
Sin pruebas, según la defensa Respecto a la pruebas materiales presentadas ayer por el Ministerio Fiscal, cotejadas después por varios peritos, éstos explicaron que la niña tenía el himen "demasiado reducido", lo que podría ser compatible con la penetración de un objeto. Este hecho coincide con la declaración escuchada el miércoles de la médico de urgencias que atendió a la niña en el Hospital de Txagorritxu de Vitoria, quien aseguró en la misma línea que apreció un himen "dilatado" que no correspondía con el de una niña de su edad, aunque reconoció que podría deberse también a los abusos que sufrió la menor cuando tenía cinco años por parte de la pareja de su madre, quien fue condenado en su día por un tribunal de Cantabria.
La defensa, por su parte, mantuvo ayer la teoría de que no existe prueba suficiente en contra del acusado y que los testimonios de la menor y su hermano no son suficientes.
Además, insistió en que la madre tenía animadversión hacia su abuelastro, quien supuestamente también abusó de ella cuando era pequeña, aunque no hubo denuncia, según reveló la mujer en su declaración el pasado miércoles. En el último turno de palabra, el acusado mantuvo su inocencia al igual que ya hiciera dos días atrás, cuando calificó de "aberración" y "monstruosidad" los hechos que se le imputaban.