Vitoria. 77 días después de firmar su acta de salida del equipo de gobierno de la Diputación de Álava y tras un polémico regreso a su puesto como inspector auxiliar de Tributos en el Departamento foral de Hacienda, como ya adelantó DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA en su edición del pasado 27 de enero, el PP libera a Luis Viana de su plaza de funcionario y le recoloca a partir de hoy como asesor económico en el Parlamento Vasco.
Este nuevo nombramiento ha sido pergeñado en las últimas semanas por el PP alavés para permitir al ex diputado alavés que pueda ostentar el cargo de vicepresidente segundo en Kutxabank -un puesto no ejecutivo del que Viana sólo cobrará en base al régimen de dietas- al mismo tiempo que pueda tener un sueldo como liberado en el grupo popular del Parlamento de Vitoria. Para asumir este nuevo cargo en la Cámara vasca, el ex diputado se acogerá a la fórmula de servicios especiales, una posibilidad que contempla la ley para garantizar su plaza en la Diputación a su regreso. En principio, el contrato de Viana en el Parlamento expirará cuando concluya la presente legislatura.
Desde el punto de vista político la decisión estaba prácticamente cantada. Asumir cualquier otro destino laboral como una asesoría en las Juntas Generales, por ejemplo, hubiera generado un clima de crispación nada deseable teniendo en cuenta que a finales del pasado mes de noviembre Viana se libró de una moción de censura por parte de la oposición. "Ese ruido no le iba a interesar para nada ni a él ni a su partido", explicaba ayer un juntero a este diario. Por la vía económica tampoco las Juntas habrían satisfecho al propio protagonista, que según el reglamento de la propia institución habría recibido 51.409 euros al año. Descartados también el Ayuntamiento o el Gobierno Vasco por razones obvias, el destino marcado era el Parlamento. Esta reubicación se aceleró el pasado 31 de enero, cuando la junta de accionistas de Kutxabank refrendó la designación por parte del Consejo de Administración de Caja Vital del propio Viana como consejero del banco vasco, un puesto incompatible con un plaza de inspector de Hacienda en la Diputación alavesa.
Acorde al presupuesto estipulado en el Parlamento para abonar las nóminas de los trabajadores eventuales -la plantilla está formada por 41 asistentes, ocho asesores de Mesa y otros siete de Presidencia-, Viana recibiría un sueldo bruto anual de 47.075 euros (en 14 pagas), una cantidad que podría variar si su grupo parlamentario así lo estimase. Y es que la regularización económica y laboral de cada uno de estos asistentes es competencia exclusiva de cada grupo, que podrá complementar los salarios y condiciones según su criterio.
El PP, que cuenta con diez parlamentarios, dispone de una cifra global por grupo y por escaños de 365.520 euros, que podría utilizar, llegado el caso, para mejorar la nómina del que fuera diputado de Promoción Económica. En este contexto, y dado el sacrificio que Viana asume al dejar de forma temporal la Diputación, donde según fuentes del Departamento de Hacienda podría estar cobrando un sueldo de entre 60.000 y 70.000 euros, es perfectamente plausible que el PP aporte una cantidad que complete la diferencia, ya que con la suma global de las dietas que recibirá en Kutxabank, cada vez más restrictivas, parece que no sería suficiente.
El destino final, por tanto, resulta perfecto para los intereses de ambas partes. Viana mantiene su estatus económico y se garantiza la seguridad jurídica que le confiere su contrato en el Parlamento y el PP, en plena negociación presupuestaria, se libera de una patata caliente en la Diputación, donde la controvertida figura de Viana le resultaba incómoda.