Vitoria. Hay detenciones que dejan al descubierto planes bien urdidos y una planificación esmerada. Es el caso de una modalidad de estafa difícil de ejecutar, al menos, con la dimensión del caso descubierto estos días por la Ertzaintza y que ha derivado en la detención de dos individuos a los que se acusa de engañar a sucursales bancarias usurpando la identidad de otras personas. Estos hechos no parecen únicos, ya que los arrestados estaban siendo buscados por diversos juzgados españoles -Cáceres, Badajoz y Ciudad Real; también hay constancia de denuncias por hechos similares en Navarra y Cataluña- por la comisión de delitos de estafa, usurpación de identidad y falsificación de documento público.
Fuentes del Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco aseguran que los sospechosos ingresaron en prisión ayer mismo tras haber pasado previamente a disposición judicial. Se trata de dos jóvenes que fueron arrestados el pasado martes en Llodio como presuntos responsables de un delito de estafa continua. Al parecer, los citados se habían especializado en engañar a oficinas de bancos y cajas de ahorro con un modus operandi que se ha demostrado efectivo. En concreto, según fuentes conocedoras del caso, los posteriormente detenidos usaban identidades falsas que usurpaban a sus víctimas.
Los hechos que derivaron en la detención tuvieron lugar el pasado martes. Entonces, a la una de la tarde el responsable de una oficina bancaria de la capital de la Cuadrilla de Ayala informaba a la Policía autonómica de un hecho relevante. Al parecer, había en la sucursal un sospechoso de haber cometido estafas en dos entidades de Vitoria y de un intento en otra sucursal de Orozko. Los agentes se presentaron en el lugar e identificaron al individuo. En ese momento descubrieron que era un viejo conocido de los archivos policiales. Estos avisaban de que el arrestado era reincidente en delitos de estafa similares en distintos puntos del Estado. Al estafador le acompañaba otro individuo de su misma nacionalidad que se dedicaba a controlar el exterior por si se producía algún inconveniente.
Según la Ertzaintza, ambas personas, de 27 y 29 años, respectivamente, y de nacionalidad pakistaní, se valían de la identidad de compatriotas suyos con cierto poder económico y que normalmente disponían de algún negocio. Tras obtener sus datos falsificaban documentos y con ellos solicitaban un duplicado de la libreta de ahorro. Una vez conseguida la cartilla, se dedicaban a ir por sucursales bancarias repartidas por toda la geografía y realizaban reintegros de alrededor de dos mil euros, de manera que no levantara sospechas en los empleados de las oficinas.
Tras efectuar un registro corporal preventivo a los detenidos, entre sus pertenencias los agentes encontraron documentación falsa y algo más de cuatro mil cien euros, cantidad que coincidía con el dinero dispuesto esa misma mañana en las dos sucursales gasteiztarras en las que habían cometido las estafas.
Seguidamente, los arrestados fueron trasladados a dependencias policiales y, tras ser puestos a disposición judicial, ingresaron en el penal de Zaballa. En el transcurso de la elaboración del atestado se pudo constatar que en los archivos de la Ertzaintza hay otra denuncia por parte de un empresario pakistaní que fue víctima de una estafa cometida por estas dos personas en Beasain, por lo que se les imputa también estos hechos.
cautela y Recomendaciones Una vez comprobados los hechos, desde la Policía autonómica se quiso recomendar evitar el exceso de confianza y no facilitar, ni dejar a la vista documentos en los que figure filiación y datos bancarios. También es conveniente destruir los documentos antes de ser arrojados a la basura para evitar ser perjudicados en este tipo de delitos.